Dentro de la comunidad cristiana existe mucha polémica en cuanto a cuándo tendrá lugar el rapto de la iglesia. Aquí discutiremos dos posturas: la pretribulacional (que rapto sucede antes de la tribulación), y la postribulacional (que el rapto sucede después de la tribulación y en forma simultánea con la segunda venida de Jesús a la tierra).
Aunque sorprenda algunos, ambas posturas tienen puntos en común: ambas creen que 1) Jesús vendrá por segunda ocasión, en poder y gloria, al final de esta era de pecado para establecer su reino (Mr.13:26; Mt.25:31; Mt.16:27; Lc.9:26; Hch.1:11; 9:28); 2) creen que su venida será sorpresa para el mundo, y aún para los cristianos que no estén velando (Mt.24:36-39,42,44; Lc.12:40, 17:26-30; Mr.13:35-36; Ap.3:3; 2Pe.3:10; 1Ts.5:3); 3) ambos creen que la iglesia lo recibirá en los aires para posteriormente descender con él (1Co.15:51-53; 1Ts.16-17; Lc.17:34-35; Mt.24:40; Jn.14:2-3; Ap.19:7,8, 11-16); 4) y creen que antes de su segunda venida habrá un terrible período de tribulación donde surge el anticristo y Dios derrama sus juicios sobre la tierra (Mt.24:5-31; 2Ts.2:1-12).
En lo que discrepan ambas posturas es en los detalles: los pretribulación creemos que nuestro encuentro con el Señor en los aires sucederá antes de que Dios derrame sus juicios cobre la tierra y aparezca el anticristo (período de tribulación); creemos que Dios nos resguardará en el cielo durante ese tiempo y que regresaremos al finalizar para pelear contra el Anticristo y sus ejércitos. Los postribulación creen que la iglesia pasa por ese terrible período de tribulación para, al final, recibir a Jesús en los aires y escoltarlo en su camino hacia la tierra, y así dar comienzo a su reino milenial. Sin embargo, esta postura tiene varias problemáticas:
1er problema: niega el factor sorpresa
Aunque ambas posturas están de acuerdo en que la venida de Jesús sería como ladrón en la noche; este factor sorpresa es insostenible en la postura postribulacional, por varias razones:
El creyente puede saber el día en el que Jesús regresará:
El ángel Gabriel le revela a Daniel cuando regresa Cristo a establecer la justicia perfecta: sucederá al final del período de 70 semanas de años (Dn.9:24). Ese pasaje nos enseña que la última semana de años comenzará cuando el Anticristo firme un tratado con Israel (Dn.9:27), y concluirá con el regreso de Jesús cuando lo destruya con el resplandor de su venida (2Ts.2:8). Con esta información podemos saber con exactitud cuando vendría Jesús: al final de esa semana, o lo que es igual, a los 42 meses (Ap.13:5) o 1260 días (Ap.12:6) después de que el Anticristo profane el tercer templo y reciba autoridad absoluta. Sea que la postura sea que venga a mitad de esa semana de años, o al final, ambas posturas niegan el factor sorpresa pues sabríamos con exactitud el día —cuando en teoría nadie sabe ni el día ni la hora, por lo que se nos invita a velar (Mt.24:36,42,44; Mr.13:35-36)
Por los cataclismos, el mundo estará aterrado y alertado de Su venida:
Jesús nos advierte en Mateo 24 de las señales que vendrán sobre el mundo y que alertarán a todos de su regreso: 1) Se levantarán falsos cristos (Mt.24:5), ente ellos, él anticristo quien será líder del futuro gobierno mundial (Ap.13:7; 6:1-2; 2Ts.2:1-4); 2) habrá guerras, pestes y hambres y terremotos en diferentes lugares (Mt.24:6) causando la muerte de 1/4 parte de la humanidad (Ap.6:8); 3) se desatará una persecución mundial contra los cristianos (Mt.24:9; Ap.6:9-11) y los matarán (Ap.7:9,14; 13:7); 4) aparecerán falsos profetas (Mt.24:11), entre ellos uno en particular tomará prominencia (Ap.16:13; 19:20) haciendo grandes señales y prodigios (Mt.24:24; Ap.13:13,11-15); 5) se predicará el evangelio a toda nación (Mt.24:14; Ap.14:6); 6) el Anticristo pondrá fin a los sacrificios y a las ofrendas del tercer templo judío (Dn.9:27), y pondrá en el lugar santo una estatua con su imagen (Mt.24:15) a la que se le da vida y la cual ordena matar a todo aquel que no la adore (Ap.13:11-15); 7) con la profanación del tercer templo comienza “la gran tribulación (Mt.24:21) y los judíos deben huir (Mt.24:15-21; Ap.12:5-6) pues se levantará una persecución encarnizada en donde 2 de cada 3 judíos van a morir (Zc.13:8-9); 8) durante este tiempo Dios sigue derramando sus juicios sobre la tierra (los sellos, las trompetas, las copas de Apocalipsis): muere más de la mitad del mundo (Ap.6:8, 9:18), las catástrofes van en aumento hasta que toda la flora y fauna marina muere, todos los ríos y manantiales se convierten en sangre, cae granizo de 34 kilos, y un terrible terremoto destruye todas las ciudades, islas y montañas de la tierra (Ap.16); 9) al final de la gran tribulación: “el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor” (Mt.24:29); 10) justamente después esto aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo” (Mt.24:29-30). Con todas estas señales “la gente quedará aterrada” (Lc.21:26), pues saben que el regreso del Mesías ha llegado por eso todos “gritarán a las montañas y a las peñas: «¡Caigan sobre nosotros y escóndannos de la mirada del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero, porque ha llegado el gran día del castigo! ¿Quién podrá mantenerse en pie?»” (Ap.6:16-17)
No será sorpresa para el anticristo ni sus ejércitos:
La Biblia enseña que el anticristo sabe cuando será la venida de Cristo al punto de que reúne con tiempo a los ejércitos del mundo entero para estar listo y recibirlo con todo su arsenal de guerra (Ap.16:13-14,16). Los ejércitos que reúne no son para otra cosa sino para pelear contra Jesucristo y su ejercito (Ap.19:19), es decir, no fue como que “reúne a sus ejércitos para pelear contra alguien más y Jesús aprovecha y los aborda para pelear contra ellos”.
Si el Anticristo se prepara con tiempo para recibir Cristo, entonces ¿cómo está la cosa?, ¿”nadie sabe el día ni la hora”, pero el anticristo “sí lo sabe”? ¿Es sorpresa o no la venida del Señor? Si decimos que el rapto y la segunda venida suceden de forma simultanea al final de la tribulación, tendríamos que negar el factor sorpresa, pues no solo el mundo estará alerta de su regreso por todas as señales y cataclismos que lo preceden, sino que el anticristo con todos los ejércitos del mundo sabrán el tiempo de su regreso y se preparan para él.
Como vemos, en la postura postribulacional el elemento sorpresa es insostenible. Sin embargo, no es el único problema que esta postura tiene, hay también otros:
2do problema: niega “la normalidad de la vida” cuando venga Jesús venga por su iglesia.
No son unos, sino varios pasajes que enseñan que cuando Jesús venga estarán viviendo vidas normales “comiendo bebiendo, casándose, dándose en casamiento” (Mt.24:37-39), “comprando, vendiendo, sembrando y edificando” (Lc.17:26-29). “Sí, será ‘todo como siempre’ hasta el día en que se manifieste el Hijo del Hombre.” (Lc.17:30).
Pero como vimos anteriormente, la Biblia enseña que el mundo va estar en un estado totalmente apocalíptico: los sobrevivientes a la venida de Jesús habrán visto la mitad de la población morir por las plagas, pestes, hambres y guerras, además del exterminio de los cristianos así como de 2/3 partes de los judíos; verán también el surgimiento del anticristo y del falso profeta con señales y prodigios al punto de dar vida a algo artificial con lo cual profana el tercer templo; vivirán además la tribulación más grande que jamás se haya experimentado en la humanidad con quemaduras por ráfagas solares (Ap.16), la destrucción de toda la flora y fauna marina, la conversión de todos los ríos y manantiales en sangre, el granizo de 34 kilos, un terremoto tan potente que destruye toda ciudad, isla y montaña, junto con el oscurecimiento del sol y la luna. En una situación así, es imposible que la gente esté viviendo “vidas normales” o mucho menos “celebrando”, de hecho, Isaías confirma que no habrá nadie en el mundo celebrando (Is.24:4-11), al contrario, “la gente que estará mordiéndose la lengua del dolor por causa de sus padecimientos y sus llagas” y “maldecirán al Dios del cielo” (Ap.16:10-11). Y en lugar de estar diciendo paz y seguridad, como vimos en 1Tesalonicenses 5:1-3, el anticristo estará llamando a los gobernantes de todo el mundo a la guerra de todas las guerras: la guerra de Armagedón (Ap.16:13-14,16; 19:19).
3ero problema: niega la inminencia —no podemos esperar a Jesús en cualquier momento
Una instrucción que el Señor nos dejó fue que veláramos y estuviéramos listos esperando su regreso todo el tiempo (Mr.13:35-36, Lc.21:34; 12:35-40), pues sería sorpresa (Mt.24:42,44; Lc.12:38-39). Sin embargo, la postura postribulacional asevera que Jesús no puede venir sino hasta después de todas las señales y catástrofes arriba mencionadas, así que ¿por qué esperarlo todo el tiempo si no pudiera venir en cualquier momento? De acuerdo a esta postura Jesús se equivocó y no necesitamos esperar su llegado todo el tiempo. Algunos dicen “Jesús quiere que actuemos como si fuera venir en cualquier momento pero sin realmente esperarlo”, sin darse cuenta que al decir esto están torciendo la intensión y las palabras de Jesús. Sin embargo su instrucción es muy clara: “Ustedes también deben estar preparados todo el tiempo, porque el Hijo del Hombre vendrá cuando menos lo esperen” (Lc.12:40). Si dijo esto es porque él sabía que su regreso podía ser en cualquier momento, sino, no lo diría. Y esto es lo que los cristianos primitivos entendieron, por eso lo esperaban en todo tiempo, y lo esperaban a él, no al anticristo o alguna otra señal (Tit.2:13); ¡hasta se saludaban diciendo Maranatha que significa “Cristo viene”! (1Co.16:22). De hecho, por eso mismo Pablo creía que estaría vivo cuando Jesús regresara (1Ts.4:17), y no que estuviese equivocado, simplemente sabía que el rapto de la iglesia es un evento inminente, es decir, puede suceder en cualquier momento. No así con el día del Señor (el regreso de Jesús a la tierra), el cual Pablo sabía que era precedido por las señales ya discutidas (2Ts.2:1-12).
4to Niega la repoblación de Israel
La Biblia dice que todo la nación de Israel sobreviviente de la gran tribulación se convertirá a Cristo y será salvo (Ro.11:25-27). Pero esto representa un problema para la postura postribulacional, pues si todo Israel se convierte, entonces al regreso de Jesús sus cuerpos se volverían inmortales junto con los muertos que resuciten (1Co.15:33) y partirían junto con toda la iglesia para recibir a Jesús en las nubes (1Ts.4:15-17) y escoltarlo de regreso. Si esto es así entonces ¿cómo va Israel a poblar la tierra durante el milenio si serían hijos de la resurrección los cuales “no se casarán ni serán dados en casamiento” (Lc.20:34-36)? La Biblia dice que los Israelitas se casarían y tendrían hijos en el milenio (Jer.33:10-11; Is.11:8; 60:22), pero esto no podría suceder si el rapto sucede de forma simultanea con el regreso de Jesús a la tierra.
5to Contradice la forma de operar de Dios
La Biblia dice que durante la tribulación se derrama la ira de Dios, no sobre unas cuantas naciones, sino sobre toda la tierra (Ap.15:1,7; 16:1; Is.24), y los creyentes que pasen por ese terrible tiempo les tocará sufrir parte de los juicios de Dios, así que también padecerán hambre, sed y sufrirán quemaduras por el sol (Ap.7:16, 6:5-6; 16:3-4,8-9), además de la aniquilación total a manos del anticristo (Ap.6:9-11; 7:9-14; 12:17; 13:7). Pero esto contradice la forma de operar de Dios pues cuando Abraham intercedió por los justos de Sodoma y Gomorra le dijo: “¿Exterminarás a todos, y no perdonarás a ese lugar por amor a los cincuenta justos que allí hay? ¡Lejos de ti el hacer tal cosa! ¿Matar al justo junto con el malvado, y que ambos sean tratados de la misma manera? ¡Jamás hagas tal cosa! Tú, que eres el Juez de toda la tierra, ¿no harás justicia?” (Gn.18:25). Sin embargo, la postura postribulacional al decir que la iglesia pasa por la tribulación, alega que Dios dará el mismo trato al malvado y al justo.
Por otro lado, la Biblia enseña que si hay algún justo, Dios no derramaría sus juicios sobre dicho lugar, como sucedió con Lot, a quien le dijo el ángel que “no podrían traer la destrucción anunciada si no se ponían a salvo primero” (Gn.19:21-22). Por eso también Dios dijo a Jeremías: “Corran por todas las calles de Jerusalén —dice el Señor—, busquen arriba y abajo, ¡busquen por toda la ciudad! Si encuentran aunque sea a una sola persona justa y honrada no destruiré la ciudad” (Jer.5:1). Por eso Dios resguardó a Lot antes de derramar sus juicios, lo mismo pasó también con Noé (Gn.6:8) y con Rahab la prostituta que se convirtió (Jos.6:17), y con los cristianos que habitaban en Jerusalén, quien según Eusebio, atendieron a la advertencia de Jesús (Lc.21:20-21) y huyeron antes de la destrucción de Jerusalen en el año 70 d.C., en donde murieron mas de 1 millón de judíos pero ningún solo cristiano. La postura postribulacional, no obstante, enseña a un Dios que estará dispuesto a destruir ciudades y al mundo entero con los justos allí viviendo.
Hay más puntos
Hay más puntos que podría mencionar, pero esos, junto con los mencionados aquí, pero discutidos a mayor profundidad, los vemos a detalle en el taller de Escatología que tenemos publicado en la página de MINAS. Por lo pronto esto te da una idea de porque la postura pretribulacional es la que resuelve todas estas discrepancias y contradicciones, pues reconoce que la venida de Jesús se compone de dos partes: una sorpresa y otra predecible. En la parte sorpresa viene por la iglesia y la resguarda de la hora de prueba que vendrá sobre el mundo entero (Ap.3:10); en la segunda parte, la predecible, viene con su iglesia a pelear con el anticristo y sus ejércitos que lo están esperando. Te recomiendo, no solo el taller, sino esta epístola que discute el tema desde otra perspectiva.
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