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Sanidad Emocional ¿es antibíblica?

Por fin tengo el tiempo de redactarte una respuesta a los enlaces que me compartiste hace poco más de un año en  los cuales se refuta la práctica de Sanidad Interior. Sí, me he tardado en responder, pero no podía quitarme este pendiente porque te aprecio a ti y tu familia y sé que necesitan una respuesta bíblica a los problemas emocionales que enfrenta —cuanto más cuando veo que, por los abusos y desviaciones que algunos maestros han cometido en el tema, se ha formado un estigma de tu parte que te cierra a ver lo que realmente dice la Biblia al respecto. Mi oración es que te abras a lo que la Biblia enseña sobre el tema, pues es para beneficio tuyo.

Leí lo que me compartiste. Están muy bien redactados y estructurados sus puntos, y por las citas que pone, se nota que ha estudiado el tema investigando los principales exponentes. Debo admitir que concuerdo con Bobgan en varios puntos, por ejemplo: yo, al igual que él reconozco los abusos que se pueden dar con la imaginación pues efectivamente, puede convertirse en una puerta al ocultismo. Debido a eso yo también advierto a cristianos a que no participen en juegos de roles como el de Calabozos y Dragones, en los que tienen que utilizar su imaginación para visualizar los escenarios y los actores. Lamentablemente no es un inocente juego de imaginación pues es algo guiado por personas metidas en el ocultismo que describen personajes y conjuros que son reales en el mundo espiritual, así que terminan, haciendo contacto con demonios. Todo en la creación de Dios está regulado, y la imaginación no es la excepción. Así que imaginar escenarios en donde Jesús es y actúa a placer del que lo quiere, sí representa un problema. Sin embargo, no lo es cuando es una imaginación de Jesús dirigida por su palabra. Por ejemplo, cuando lees las descripciones de Jesús sanando o caminando sobre el agua y visualizas en tu mente dichos escenarios, no tiene nada de malo, al contrario, para eso son dichas descripciones para que las podamos imaginar. Así, cuando el Señor nos dice que “está entre nosotros cuando dos o más se reúnen en su nombre” (Mt.18:20), lo dice para que nos volvamos conscientes de su presencia en medio nuestro, así que imaginarlo entre nosotros cuando nos reunimos como iglesia no debería representar algún problema ni riesgo a caer en ocultismo. O cuando nos dice que “estará con nosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt.28:20), y lo imaginamos así, con nosotros en las diferentes situaciones que vivimos, no debería representar alguna problemática, ni tampoco el imaginar a ángeles que nos rodean para protegernos (He.1:14, 2Re.6:16-17). ¿Porqué? porque no una imaginación de Jesús y el mundo espiritual arbitraria, sino guiada por su Palabra —aunque también como cristianos reconocemos que es solo una imaginación, es decir, no es la realidad sino solo una representación mental imperfecta de las realidades espirituales que la Biblia nos describe.

No obstante, no quiero restar importancia al efecto que una imaginación guiada por la Palabra puede traer, pues puede traer consuelo y aliento en medio de crisis y dificultades. Jesús, por ejemplo, gracias a que visualizaba la recompensa que le esperaba, pudo soportar la cruz y el oprobio (He.12:2); Moisés igualmente, “salió de Egipto sin tenerle miedo a la ira del rey, pues se mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible.” (He.11:27); los santos del Antiguo Testamento, de igual modo, vivieron vidas ejemplares en medio de dificultades y privaciones porque creían y miraban las promesas de Dios (He.11:13). Lo mismo pasaba con los santos del Nuevo Testamento, quienes sufrían la cárcel y la confiscación de bienes con alegría porque sabían en su mente que en el futuro les esperaba algo mejor que duraría para siempre (He.10:34). De hecho Pablo nos da una hermosa descripción de cómo en la resurrección nos vamos a reunir con nuestras familiares muertos en Cristo para recibir juntos a Jesús en las nubes (1Ts.4:14-17), y nos da esta descripción para que visualicemos dicho evento y así nos consolemos ante la perdida de un familiar (1Ts.4:3). El punto de todo esto es que la imaginación, para visualizar las hermosas promesas que Dios nos da en la Biblia, puede ser un potente ingrediente para alentarnos y consolarnos en tiempos de crisis y dificultad. No por nada Pablo nos ordena, “poner la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.” (Col.3:2), y uno logra esto por medio de la imaginación, no arbitraria, sino basada en la Biblia. 

Así que creo que en la cuestión del uso de la imaginación estamos de acuerdo. El problema que me presentó el escrito son otros, los cuales quiero pensar que son por una genuina ignorancia del autor, no por un deseo malintencionado de defender su postura a costa de la integridad de la Palabra. Las sectas suelen hacer eso: mostrar los pasajes que “prueban su postura” mientras que “esconden aquellos que los contradicen”. Los Testigos de Jehová, por ejemplo dicen que la Trinidad es un concepto que la Biblia no enseña y luego te presentan, lo que según ellos, son los orígenes paganos de la trinidad concluyendo con ello que es algo demoniaco. Obviamente para una persona como tú o como yo que conocemos su palabra, es algo risible, pues sabemos de todos los pasajes que enseñan la Trinidad y que los Testigos de Jehová pasan por alto. De igual manera Bobgan menciona que tal o cual cosa no es Bíblica ignorando todos los pasajes que prueban lo contrario, y presenta, para refutar el punto, no la Biblia, sino pruebas científicas y opiniones de “expertos”, tal como lo hacen los Testigos. 

Por ejemplo, menciona que “no hay bases bíblicas para la expresión emocional“, y que “es un concepto fraudiano“, y como respaldo a su argumento cita a un estudioso en la materia que asegura que “los terapeutas que estimulan dicha expresión activa de emociones negativas… [y] estimulan y recompensan la agresión, elevan el potencial de una violencia subsiguiente.“, así que los que creemos que la catarsis es buena estamos mal porque “la evidencia científica muestra lo contrario“. ¿Really? ¿Y que hacemos con todos los pasajes que hablan de derramar nuestro corazón o nuestras angustias en el Señor?:

Oh pueblo mío, confía en Dios en todo momento; derrama delante de él tu corazón, porque él es nuestro refugio. (Sal.62:8)

Levántense durante la noche y clamen. Desahoguen el corazón como agua delante del Señor. (Lam.2:19)

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. (Fil.4:6)

Ante él expongo mis quejas; ante él expreso mis angustias. (Sal.142:2)

O ¿debemos pensar que los autores de la Biblia estaban influenciadas por Freud? ¿Está mal la Biblia? ¿Que haces con David que vez tras vez iba delante de Dios a desahogar su corazón (Sal.3:1-2; 4:1; 42:3)? o ¿que haces con Ana que derramó su corazón delante de Dios en oración (1Sa.1:15)? y aún Jesús expresaba sus angustias, temores y frustraciones en oración (Sal.22:1-8; Is.49:4). Él decía que se sentía como gusano, y se quejaba porque se sentía abandonado por Dios. ¿Estaban mal todos ellos por entrar en ese catarsis emocional?  La Biblia da un espacio para descargar la emoción, para sufrir el luto y ventilar el dolor (Dt.21:10-13), la únicas salvaguardas es que en esa expresión uno no peque ni que sea permanente (Ef.4:26; 1Sa.16:1), y que se haga en oración (Sal.62:8)

Si bien, es cierto que la catarsis, o desahogo emocional, por si mismo, aunque presente un alivio temporal, es insuficiente para arreglar el problema emocional, la Biblia si enseña que es un ingrediente importante. Es como el arrepentimiento, es un ingrediente necesario para la salvación, pero insuficiente si no se acompaña de la fe en Cristo, del mismo modo, el desahogo emocional, si no es acompañado de otros ingredientes como la oración, el perdón y el consuelo de Dios, resulta ineficaz.  Pero una cosa es reconocer su insuficiencia, y otra negarlo por completo… y aquí Bobgan maliciosamente o en su ignorancia, se pasa por alto todos los pasajes que apoyan ese deshago emocional y propone algo totalmente antibíblico: “no hacer nada” con respecto a la ira o emoción que se sienta.

Además de negar la Biblia en cuanto al desahogo emocional, también niega que nuestro pasado tienga efectos en nuestro presente, pues dice que “no existen bases bíblicas para determinantes pasados del comportamiento” y que “no hay validez predictiva en cuanto a la relación entre las circunstancias anteriores de vida y la vida actual.” ¿Pero entonces que hacemos con todos los pasajes que enseñan lo contrario? ¿los negamos? ¿los arrancamos de la Biblia?:

Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo. «Honra a tu padre y a tu madre —que es el primer mandamiento con promesa— para que te vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra» (Ef.6:1-3)

En el pasaje de arriba la Biblia claramente enseñado que puedes predecir como será el futuro de una persona basado en su comportamiento en la niñez. Para decir lo que dice Bobgan, quiero pensar que no lo ha leído. Pero no es el único. Hebreos 12:11, dice que el cristiano que ahora gozan de una cosecha de justicia y paz es porque en su pasado se sometió a la disciplina del Señor. De igual forma, las raíces de amargura que se nos ordena quitar  porque contaminan nuestras relaciones presentes (He.12:15) son sucesos de nuestro pasado que no hemos perdonado. O la mentalidad mundanda que hay que renovar (Ro.12:2) ¿cuando la adquirimos: antes o después de Cristo? ¿en el presente o nuestro pasado? Claro que en nuestro pasado generalmente antes de conocer a Cristo, y ¿porque se nos ordena cambiarla? ¡porque nos afecta para mal en nuestro presente! Pablo lo reitera en este otro pasaje:

En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. (Ef.4:22-24)

¿Es cristiano Bobgan? lo pregunto enserio, porque parece negar aspectos básicos del cristianismo. Es cierto, cuando una persona se convierte le enseñamos que todas las cosas son hechas nuevas (2Co.5:17), que tiene un nuevo comienzo, pero dentro del cristianismo ortodoxo jamás le diríamos que su conversión trae en automático todos los cambios necesarios en su vida cristiana. Al contrario, le decimos que empieza un proceso de santificación en donde tiene que despojarse del viejo hombre, es decir, todos aquellos vicios, malos hábitos, conductas, creencias y formas de pensar que adquirió en su pasada manera de vivir y que son contrarias a Cristo, de lo contrario, su cambiar cristiano será obstaculizado. Bobgan parece negar eso, y para que tu me compartas su escrito parece que tú estás de acuerdo con él. Eso me lleva a preguntarte a ti ¿que harías si una persona que se convirtió hace unas horas te pide consejo con respecto a la amargura y resentimiento que siente hacia su papá? Yo esperaría que le dijeras “tienes que perdonarlo, Jesús te ordena hacerlo (He.12:15; Mt.6:12-15)”. Pero tal parece que le dirías: “ignora ese sentimiento, no le hagas caso a esa amargura, no tienes que perdonar nada porque esas cosas están en el pasado y con Cristo hoy tienes un nuevo comienzo”. Si es así sólo te recuerdo que Zaqueo con su conversión tuvo que enmendar las cuentas pendientes que tenia de su pasado, y Jesús no le dijo “No hagas nada de eso pues eso pertenece a tu pasado antes de conocerme”.

Si bien es cierto que en la posición freudiana distorsiona el efecto que el pasado tiene en nuestras vidas: en dicha concepción somos victimas de los sucesos del pasado, mientras que la Biblia enseña que somos responsables de sus efectos dañinos. Sin embargo el negar que efectivamente el pasado tiene un efecto en nuestro presente, es ignorar la Biblia o distorsionarla maliciosamente.

El último punto que Bobgan niega es el efecto de la inconsciencia en nuestro comportamiento y en nuestra vida, afirmando que “es un término freudiano” y que “no hay bases bíblicas para el uso del inconsciente”. Para él solo el consciente afecta nuestro comportamiento, así que de nada sirve trabajar con nuestro inconsciente, pero si es así entonces ¿qué hacemos con este pasaje?:

Recuerda que durante cuarenta años el Señor tu Dios te llevó por todo el camino del desierto, y te humilló y te puso a prueba para conocer lo que había en tu corazón y ver si cumplirías o no sus mandamientos. (Dt.8:2)

Es obvio que Dios sabía de antemano lo que había en su corazón, pues él todo lo conoce, pero no el pueblo Israel, ellos no sabía lo que había en su corazón. Pero si el inconsciente no nos afecta ¿porque Dios tenía que tratar con Israel para sacar a relucir lo que había en su corazón? Mejor era dejarlo ahí así como está.

La Biblia dice que “el corazón humano es lo mas engañoso que hay, extremadamente perverso. Que ni nosotros sabemos que tan malo es” (Jer.17:9). Por eso nos da su Palabra para “discernir las intenciones y pensamientos del corazón” (He.4:12). Y esto es importante porque sí nos afecta pues Dios nos retribuye de acuerdo a lo que hay en nuestro corazón, por eso Dios tiene que intervenir probando y sacando a relucir lo que hay en él (Jer.17:10). No por nada el Salmista oraba que “Dios le revelara los errores de los que no estaba consciente” (Sal.19:12), pues sabía que le afectaban. De otra forma ¿porque orar por eso? Sin embargo, Bobgan reprendería al salmista diciéndole: “no tengas pendiente de todas esas cosas en tu inconsciente, lo único que importa es lo que hay en tu consciente”. Aun Pablo sabia que tener la conciencia limpia no es suficiente y no puedes fiarte en eso:

En cuanto a mí, me importa muy poco cómo me califiquen ustedes o cualquier autoridad humana. Ni siquiera confío en mi propio juicio en este sentido. 4 Tengo la conciencia limpia, pero eso no demuestra que yo tenga razón. Es el Señor mismo quien me evaluará y tomará la decisión. (1Co.4:3-4)

¿Por qué tener la conciencia limpia no basta? porque hay secretos e intenciones equivocadas en nuestro corazón de las cuales no estamos conscientes:

Así que no juzguen a nadie antes de tiempo, es decir, antes de que el Señor vuelva. Pues él sacará a la luz nuestros secretos más oscuros y revelará nuestras intenciones más íntimas. Entonces Dios le dará a cada uno el reconocimiento que le corresponda. (1Co.4:5)

Y todo esto lo sabemos intuitivamente: ¿el pecado afecta nuestra vida? ¡claro que afecta nuestra vida!, por eso tenemos que deshacernos de él (He.12:1) y sin embargo ¿estamos conscientes de todo el pecado que hay en nuestra vida? no, no lo estamos. Y ¿apoco por estar inconscientes no nos afectará? Claro que nos afecta, como esta escrito:

Supongamos que alguien pecaval desobedecer uno de los mandamientos del Señor. Aunque no esté consciente de lo que hizo, es culpable y será castigado por su pecado. (Lv.5:17)

Por eso necesitamos una continua exposición a las Escrituras, y a que Dios nos meta en circunstancias que saquen a relucir aquellas motivaciones, creencias y actitudes equivocadas, así como todas las debilidades y raíces de amargura que pudieran estar guardadas en nuestro corazón. Esto es vital pues la Biblia enseña que lo que hay en nuestro corazón (estemos conscientes o no) determinará el fruto que producimos y el rumbo de nuestra vida (Pr.4:23, Lc.6:45; Mt.12:34-35). 

Es triste que Bobgan presente y estructure una postura ignorando tantos pasajes. Y es entendible, solo ignorandolos podría uno llegar a las conclusiones a las que llega. Mi propuesta para ti, sin embargo, es que tomes en cuenta todos estos y otros pasajes que hablan del tema de Sanidad Emocional. No quieres tomar el taller de Sanidad, no hay problema, no lo tomes, pero sí investiga el tema por ti mismo en la Biblia. La Biblia te dará las respuestas a las problemáticas emocionales que enfrentan tú y tu familia. Estas preguntas te ayudarán en tu investigación:

  1. ¿Cómo se “sanan los corazones heridos” (Is.61:1)?
  2. ¿Como se hieren los corazones?
  3. ¿Que síntomas tiene un corazón herido?
  4. ¿Como lidiaron David y Jesús con el dolor emocional?
  5. ¿Bíblicamente que es lo que uno debe hacer cuando está cargado emocionalmente?
  6. ¿Por qué la oración es importante en la sanidad del corazón?
  7. ¿Cada cuando uno debe perdonar?
  8. ¿Cómo debe ser el perdón?
  9. ¿Que pasa cuando uno no perdona?
  10. ¿Que papel tiene el consuelo del Espíritu en la sanidad emocional?
  11. ¿Cada cuando uno debe recibir el consuelo de Dios?
  12. De acuerdo a la Biblia ¿como se recibe el consuelo?
  13. ¿Cómo fue Jesús consolado en sus tribulaciones?
  14. En la Biblia ¿cuales son las necesidades emocionales del hombre que se mencionan?
  15. ¿Cómo se satisfacen dichas necesidades emocionales en Dios?
  16. ¿Que pasa cuando no se satisfacen en Dios?
  17. ¿Cómo las emociones determinan nuestras motivaciones?

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