Mary, me veo apelado a escribir esta carta por la sincera preocupación que tengo al ver las muestras de cariño entre Gabriel (14 años) y José Luis (20 años).
Por lo que me comenta mi esposa José Luis es también cristiano, al igual que Gabriel. De hecho, me comenta que es tu discípulo, pues le estás en enseñando la Palabra de Dios, y por lo mismo, siempre está contigo y con tu hijo Gabriel… pero al punto en el que se queda a dormir en tu casa con Gabriel en la misma cama. Si bien, eso pudiera pasar desapercibido, la situación se empieza a volver interesante cuando te das cuenta que Gabriel le dice “papá” a Jose Luis, pues este cuida de él y te ayuda incluso a comprarle cosas como su teléfono. Si bien, es raro que un joven de 14 años le diga así a otro joven de 20 años, las cosas se vuelven sospechosas cuando mi esposa me cuenta de “alguien” que le escribe a Gabriel en su chat personal: “hola amor”. Más raro aún que José Luis, sin hacer ningún viaje con ustedes, decida acompañarlos al aeropuerto con tal de estar con Gabriel, y que tal sea la urgencia que incluso Gabriel me solicite permiso para que José Luis se quede en la casa a dormir con ustedes. Ayer, a dos días de su viaje, en el facebook Jose Luis, cambia su foto de perfil a una en la que sale con Gabriel y publica:
“Yo Abro los Mensajes Con la Ilusión de ver el Tuyo
Pero no esta
Si llegó a pasar por tu mente Abrazame que te Extrañó Demasiado”
Ok, ante este tipo de expresiones uno pudiera racionalizar la situación y decir: “fue casualidad, pero en realidad se lo dice a una chica que también salió de viaje y que también extraña”… y aún, si se lo dijera a Gabriel, “no tiene nada de malo las muestras de cariño”… “en la Biblia Juan se recostaba en el pecho de Jesús”… “los hombres se saludaban de beso”… “Pablo le dice a Timoteo que lo extraña y anhela verlo y que se acuerda de sus lágrimas cuando se separaron (2Ti.1:4)”, etc., así que: ¿qué puede tener de malo?
Me temo que el enemigo quiere aprovecharse de nuestra inocencia y nuestra ignorancia. Pero no debemos “ignorar sus maquinaciones” (1Co.2:11), y el Señor nos ordena a ser “astutos como serpientes” (Mt.10:16). Y es que en una contexto histórico-cultural en donde el homosexualismo está rampante necesitamos discernimiento para saber “cuándo las muestras de afecto entre dos personas del mismo sexo son correctas o incorrectas”… de lo contrario pueda ser que el enemigo se esté robando a nuestros jóvenes delante de nuestros propios ojos y nosotros estemos sin hacer nada por falta de discernimiento.
I) Contexto cultural y relacional
Tenemos que tener en cuenta que las muestras de afecto entre las personas cambian de cultura a cultura. Mientras que en una cultura, por ejemplo Turquía, es normal que dos hombres caminen agarrados de la mano en señal de amistad, en México, no es una señal de amistad sino de una relación sentimental entre ambos. Mientras que en Italia los hombres amigos y conocidos se besan en el cachete en señal de amistad (como en la Bíblia), en México, fuera del contexto familiar, es una señal de un interés homosexual. Comento esto, porque tenemos que evaluar las muestras de afecto en base a su contexto cultural, y nuestro contexto cultural es México con formas de expresión ya definidas para manifestar qué tipo de interés o relación estamos teniendo.
En base a ese contexto cultual sabemos cómo deben llevarse las expresiones afectivas para las diferentes tipos de relaciones. Un beso que en forma descontextualizada puede llevarnos a pensar que “no tiene nada de malo”. El contexto, sin embargo, nos dice que es correcto en la mejilla en una relación conyugal o familiar, y de amistad solo entre el sexo opuesto; en la boca solo es correcto en una pareja del sexo opuesto y en un una relación de pareja.
Esto es por un lado las manifestaciones de cariño, pero ahora ¿qué tal el tipo de afecto que uno tiene? ¿será lo mismo el cariño de un padre para su hijo que el que tiene para un amigo, su hermano, o su esposa? Definitivamente no. Cada uno de este tipo de relaciones muestra un tipo diferente de afecto. Te pongo algunas características de estas relaciones:
Afecto de un Padre por su hijo:
No hay atracción física, ni sexual pero hay manifestaciones como besos en la mejilla y abrazos. El padre no “necesita” del afecto del hijo, pero hay un interés y deseo desinteresado de mostrarle afecto e invertir en la educación (crianza) y desarrollo del hijo. Afecto que prepara al pequeño para una separación e independencia emocional. No busca retenerlo emocionalmente, sino soltarlo, para que el haga su vida de forma independiente manteniendo una sana distancia tener una relación, como está escrito: “Por esta causa dejará el hombre a su padre y a su madre…” (Gn.2:24)
Afecto de un Hombre con su esposa:
Afecto que busca retener a la persona, estar con ella y compartir la vida con ella, aún las cosas más profundas del corazón (intimar emocionalmente). Puede haber atracción física y sexual. Puede haber expresiones físicas de cariño y de índole sexual: besos en la boca, caricias, así como expresiones verbales que muestren ese cariño, dependencia emocional y deseo de estar con la persona como: “te amo”, “te extraño”, “ya deseo verte”, “quiero que estes conmigo”, etc.
Afecto de un hombre con su novia (pareja):
Casi igual que el de esposa, pues muestra un afecto que busca conocer a la persona y compartir con ella. No hay muchas muestras físicas de cariño mas que abrazos sobrios y besos sencillos. Lo que sí hay es intimidad emocional pues se comparten de todo, se extrañan y añoran verse y estar juntos. Hay regalos y cuidados especiales, expresiones verbales que muestren ese cariño y deseo de estar con la persona como: “te amo”, “te extraño”, “ya deseo verte”.
Afecto de hombre con su amigos:
Afecto que busca compartir vivencias, actividades y pláticas con personas del mismo sexo. Más distante afectivamente que una relación de noviazgo, definitivamente más que el de un hombre con su esposa. No hay la añoranza ni la dependencia emocional, ni expresiones físicas de cariño más que abrazos esporádicos (en México). No hay caricias, ni detalles como regalos mas que en ocasiones que lo justifiquen como cumpleaños. Las expresiones verbales, son esporádicas y limitadas a manifestaciones que muestren aprecio, mas no dependencia ni apego emocional. Los amigos, comparten pensamientos, experiencias, no sus sentimientos el uno por el otro.
Nótese que que David y Jonathan mostraban un sano cariño de amigos de acuerdo a su contexto histórico-cultural. Pero aún así no había de esta añoranza de estar juntos como pareja, ni el pelear por estar juntos, como lo hizo David cuando peleó por sus esposas o sus hijos, o cuando solicitó que le dieran de vuelta a su esposa Milca, o cuando peleó contra los filisteos para ganarse el casarse con ella. El amor que manifestaban de amigos se mostraba en un profundo aprecio el uno por el otro, mas no en la necesidad de pasar tiempo juntos o compartir el resto de la vida juntos como se esperaría en una pareja. El amor se basaba en el trabajo militar que compartían juntos (eran compañeros de milicia)… en ese sentido la expresión de David hacia Jonatán: “más maravilloso me fue tu amor que el amor de las mujeres.” (2Sa.1:26) no debe entenderse como si David tuviera un amor por Jonatán como el que se tiene a una mujer, ni si quiera que lo estuvieran sustituyendo pues ambos estaban casados y tenían hijos y vivían su propia vida. No, sino que simplemente apreciaba más el afecto de su amigo, que el de sus esposas. Y esto era entendible pues la mujer estaba confinada a solo una área de la actividad humana (la crianza) mientras que el resto de la vida se compartía con personas de su mismo género. Juan que se consideraba amigo de Jesús lo sintetiza así: Es el novio quien se casa con la novia, y el amigo del novio simplemente se alegra de poder estar al lado del novio y oír sus votos (Jn.3:9). En otras palabras, como mencioné arriba: los amigos comparten pensamientos, experiencias, no sus sentimientos el uno por el otro; al contrario, se deja libres para unirse emocional y físicamente con su mujer, y en ningún momento piensan sustituir con su amor el de pareja.
II) Intimidad Emocional
En este contexto, es necesario introducir otro elemento: el de la intimidad emocional. La intimidad emocional es el proceso en el que abres tu corazón para platicar aun lo más profundo de ti y en el cual buscas compartir tu vida y satisfacer tus necesidades emocionales por medio de la persona a la que le abres el corazón. Es un proceso que se da en las relaciones afectivas de pareja, y sirve para ligarlos emocionalmente. En él la persona siente “que necesita” emocionalmente al otro. Esto también se da de los niños pequeños hacia los padres pero va en decremento conforme van creciendo.
La intimidad emocional es un proceso muy delicado pues se sabe que la mayoría de las infidelidades no se dan por “sentir una atracción física” por otra persona, sino por una intimidad emocional que se generó por otra persona. Por ejemplo, el caso de la mujer que dejó que los piropos y halagos que recibe de su jefe en su oficina abriera su corazón para ligarse con él y así cometer una infidelidad. Como no había esa intimidad emocional con su esposo pero sí con su jefe, terminó involucrándose físicamente con él. Lo mismo pasa cuando el hombre encuentra mayor comprensión, apoyo e interés a su vida y sus problemas de alguna colega mujeres de su trabajo que de su esposa… esto lleva a la intimidad emocional para luego pasar a la física.
También está intimidad emocional es lo que ha llevado a muchos a caer en relaciones homosexuales o lésbicas. En un principio no había una atracción física, sino una intimidad emocional que se dió de “forma natural”, y que, incluso no habían experimentado con el sexo opuesto. Esto muchas veces sucede por “intentos fallidos” de acercamiento con el sexo opuesto, o “porque se es muy joven como para haber siquiera intentado algo con el sexo opuesto”. En otras ocasiones son las heridas contra el sexo opuesto lo que ocasiona que fluyan mejor con los del mismo sexo. Esta relación que comienza como una amistad, pero pasa de los parámetros normales de amistad para convertirse en una de pareja (novia-novio) en donde se ligan emocionalmente (se utilizan mutuamente para satisfacer sus necesidades emocionales). Cuando esto pasa, se abren a la “posibilidad” de algo más, pues es “algo tan intenso” y “tan bonito” que no habían sentido por nadie más… y así se comienza la relación homosexual. En este sentido el aspecto físico viene después de que se abrió la puerta a la parte emocional –como el caso de las infidelidades comentadas arriba.
Aspectos que propician la intimidad emocional
1) No tener la madurez para poner un límite en las expresiones y sentimientos en una relación.
2) Estar inmersos en situaciones de demasiada cercanía sin esta madurez.
3) Las redes sociales: se sabe que una persona abre su corazón y se expresa con mayor facilidad por medio de las redes sociales (chat, facebook, etc.). Esto debido, entre otras cosas, a que no tienes a la persona delante de ti ni le estas viendo la cara (la comunicación presencial es más intimidante que la virtual).
Cuando uno se liga emocionalmente con otra persona, desarrolla ciertos comportamientos-sentimientos:
1) “Siente que no puede vivir sin el”
2) “Quiere estar con el (ella) todo el tiempo”
3) “Se expresan/enfocan en sus sentimientos el uno por el otro”
4) “Se celan –se molestan si pasan más tiempo o dan más atención a otra persona”
5) “Se hablan/escriben/buscan continuamente”
6) “Se cuidan y se procuran como novios”
7) “No te produce ansiedad ni incertidumbre la separación”
La cuestión con este sentimiento de “enamoramiento” o “ligadura” que se da producto de la intimidad emocional es un tipo de amor “egoísta” consecuencia del vacío emocional que el ser humano tiene por su separación de Dios, y que busca satisfacerse con la otra persona. En Cristo, sin embargo, tenemos la oportunidad de experimentar una llenura y plenitud por el Espíritu que ha sido derramado en nuestros corazones (Ro.5:5). Pero para eso tenemos que ejercitarnos en el hábito de buscarlo y llenarnos con su presencia, sanar nuestras heridas emocionales, y vencer los hábitos que nos llevaban a satisfacernos con otras personas.
III) Mis Preocupaciones
Con todo el rollo anterior, lo que quiero decir es que mi temor es que José Luis esté usando a Gabriel para satisfacer sus necesidades emocionales, y con ello abusando de él. Mi temor es que estén intimando emocionalmente, que su relación afectiva esté pasando los limites normales de una relación de amigos o hermanos para pasar a una relación afectiva de pareja (bajo una fachada cristiana e inofensiva). Mi temor es que producto de esta intimidad emocional con José Luis despierte “sentimientos” en Gabriel que debería estar experimentando con el sexo opuesto, pero como no es su tiempo para que salga e intime con chicas, Jose Luis esté tomando ventaja de eso. Mi temor es que Gabriel en su inmadurez e inexperiencia no sepa poner el alto y esté aprendiendo expresiones de cariño incorrectas para su género.
Si Gabriel necesita una figura paterna o un cariño paternal, definitivamente no la va a encontrar en José Luis, un joven 6 años mayor que él y que está dando señales de que no se puede desprender de Gabriel. Te lo reitero: el amor de Padre no se muestra necesitado del amor de su hijo, no lo cela, pues hay, en su madurez un desprendimiento normal pues lo cría para su independencia emocional, para que viva su propia vida… no ligado a él. El amor de amigo sano igual: no te cela como para que no vivas tu vida por ti mismo por tu cuenta.
Le pido a Dios que te de discernimiento, y como parte de esa petición te he escrito esto para que pueda darte luz en cuanto a la relación de Gabriel y Jose Luis. Juzga por ti mismo la relación y las muestras de cariño que hay entre los dos. Discierne si son apropiadas para una relación de amigos o de hermanos. ¿No te ha inquietado el Espíritu? ¿No ha causado extrañez o rareza al punto de que otras personas cuentan o abordan el caso? Si es así, ¿no será porque sin saber cómo expresarlo, detectan una violación en la norma afectiva y relacional en el vínculo que hay entre José Luis y Gabriel?
Si mis sospechas son correctas, lo que realmente está sucediendo, es que José Luis está abusando de Gabriel, se está aprovechando de él para satisfacer su necesidad de amor de pareja. Si este fuera el caso, y yo fuera el padre de Gabriel, yo haría lo siguiente:
1) Prohibiría a Gabriel que se relacione con José Luis POR COMPLETO:
Ni un “hola” ni un “adiós”, ni visitas en casa, no idas juntos a ningún lado. Si yo estuviera discipulando a José Luis, lo reasignaría a otra persona a que continúe su discipulado (el cuerpo de Cristo se compone de muchas partes, y una de ellas puede suplir esa necesidad). Todo esto con el propósito de que haya un desligue emocional entre los dos.
2) Le quitaría a Gabriel su celular y le daría uno que pueda hacer solo llamadas:
Esto lo haría porque Gabriel ha dado muestras de que no tiene la madurez con las relaciones en las redes sociales y lo está usando como medio para intimar emocionalmente con otros chicos (y ellos con él), en vez de suplir sus necesidades emocionales en Dios.
3) Le enseñaría la forma en que debe comportarte-relacionarse con los chicos del mismo sexo, y las chicas.
Es importante enseñar los parámetros en las relaciones para que sepa discernir cuando una relación se está desvirtuando, y así pueda poner un alto
4) Le enseñaría a suplir sus necesidades emocionales en Dios
Buscar la llenura de Dios en su presencia es lo que uno debe aprender a hacer… y sería genial que tomara el taller de sanidad emocional también.
Si gustas, te puedo ayudar con este caso y hablar con ellos y aún con Jose Luis… pero tu eres la que tiene autoridad para tomar decisiones en este aspecto, y la que también tiene que discernir si lo que te escribo aquí es de Dios o no. Comoquiera que sea, sin importar la decisiones que tomes, estaremos cubriéndote en oración a ti y a tu hijo.
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