El siguiente ensayo es una reflexión personal de algunos temas que se han estado provocando polémica dentro de la iglesia. Temas como la “autoridad”, “la cobertura” y “organizaciones y ministerios para-eclesiasticos” están causando algo de revuelo entre los cristianos.
Introducción
El tema de la autoridad se ha vuelto algo delicado. Por un lado, las autoridades piensan que las personas que están a su cargo se están rebelando, y por otro lado los que están bajo autoridad tienen la impresión de que las autoridades están controlando, manipulando y robando la libertad.
Mi interés aquí no es fomentar la rebelión ni el control o manipulación. Lo que busco es definir el punto de equilibrio donde no se puede dar la manipulación o control de parte de las autoridades, ni se puede dar la rebeldía de parte de las personas que están bajo autoridad.
Entendemos claramente que no hay unidad en el cuerpo de Cristo sin autoridad de la cabeza, pero también entendemos que tampoco hay unidad en el cuerpo de Cristo si se rompen los lineamientos y principios que Dios ha establecido en cuestión de la autoridad. Por lo que mi ensayo se enfocara en describir la naturaleza de la autoridad que tienen las personas en liderazgo.
Ante esto no queremos que los errores y fracasos de la autoridad establecida, sirvan de excusa y /o pretexto para desobedecerlas, o faltarles el respeto con comentarios que los denigren (Gn.9:20-27). Nuestra intención no es cuestionar a las autoridades que Dios ha establecido (Nm16). Creemos firmemente que Dios las ha levantado para que ocupen las funciones de liderazgo que desempeñan. Nuestro deseo no es pelear por sus posiciones de liderazgo, ni desecharlas como tales, pues reconocemos que ellas han sido puestas por Dios. Lo que queremos hacer solamente es definir sobre que asuntos están puestos como autoridad y cuales son sus limites.
Las soberanía de las esferas: las autoridades en instituciones, organizaciones y agrupaciones
La Biblia es muy clara cuando esta habla que nos sometamos a nuestras autoridades:
“Sometase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste, y los que los resisten, acarrean condenación para sí mismos.” Romanos 13:1-2
Y la Biblia nos presenta una serie de autoridades que han sido establecidas por Dios en las diferentes instituciones como la familia (Ef.5:22-6:7; Col.3:18,20,22; Tit.2:4-10; 1P.3:5-6), la iglesia (1Tes5:12-13; 1Co.16:15-16; He13:17), el gobierno (Ro13:1-4; 1P.2:13-14; Tit.3:1), entre otras (1P.2:13-14). A todas estas autoridades debemos obedecer, pero la Biblia nos marca dos excepciones:
La primera es cuando lo que nos ordenan contradice lo que la palabra de Dios ordena o enseña (He 11:23; Ex1:17; Dn.3:17-18; Dn.6:10; Mt.2:13; Hch. 5:29). Cuando esto sucede las personas bajo autoridad deben ejercer una desobediencia en sumisión, es decir sin un corazón rebelde y con todo respeto.
La segunda excepción es cuando la autoridad de una institución u organización trata de ejercer su autoridad en otra institución donde no ha sido puesto como autoridad. Esto se debe a que no hay ninguna autoridad absoluta sino Dios. él es el único que tiene autoridad sobre cada área y esfera de la vida, sobre cada institución y organización de la sociedad. La autoridad que el hombre ejerce está limitada a la institución u organización sobre la cual ha sido puesto como autoridad.
Para esto hay que entender lo que es la soberanía de las esferas. Dios ha establecido diferentes esferas dentro de la sociedad: la iglesia, los negocios, los deportes, los medios de comunicación, las artes, el gobierno, la familia, la educación, entre otros. Dentro de cada esfera hay diferentes instituciones y organizaciones: como las familias, las empresas, el estado, municipios, hospitales, las iglesias locales, las escuelas, etc. Cada esfera tiene su propia naturaleza es decir, tienen leyes y principios y objetivos que se aplican solo dentro de esa esfera o institución.
Por ejemplo Dios le ha otorgado al Estado el poder de la vida y la muerte sobre los ciudadanos (Ro.13:4), así como el poder de ir a la guerra (nótese que cuando los soldados fueron con Juan el bautista en arrepentimiento Juan no les dijo que no fueran a la guerra o que dejaran de ser soldados, solo les prohibió que se quejaran por su sueldo: Lc.3:14). Este poder de quitar u otorgar la vida física no se lo entregó a la institución de la iglesia local o al de la escuela o la empresa. A la iglesia local se le ha encargado, no la lucha contra carne y sangre, como al Estado, sino la lucha contra principados y potestades de maldad (Ef.6:12).
La naturaleza que tiene cada esfera define los limites que tienen las autoridades de las diferentes instituciones y organizaciones. Aunque la Biblia no enseña explícitamente (con sus excepciones) cuales son los asuntos que competen a las diferentes autoridades sino que simplemente, en la mayoría de los casos, lo da por sentado, la misma naturaleza de las cosas nos enseña esto: Los maestros y directores de la escuela son autoridad sobre los asuntos de la escuela, los padres de familia sobre los asuntos de la familia y la casa; los gobernadores, sobre los asuntos del cívicos y de orden social, los pastores sobre los asuntos de la iglesia y la vida espiritual, los jefes de trabajo son autoridad sobre las cuestiones de la empresa, etc. Cada autoridad esta limitada a los asuntos sobre los cuales ha sido puesto como autoridad. Ejercer autoridad en asuntos sobre los cuales uno no ha sido puesto como autoridad es violar el orden de las cosas que Dios ha establecido.
Un ejemplo clarísimo de esto lo tenemos con el Rey Usías en 2 Crónicas 26:16-21. El rey Uzías fue un rey que quiso usar la autoridad que tenía como rey (en la esfera del gobierno) dentro de una institución que no le correspondía: El templo, usurpando la autoridad y las funciones que le correspondían a la autoridad de esa institución: los sacerdotes (versículo 28). Dios lo castigó con lepra por hacer eso. Esto nos sirve de advertencia a todos aquellos que no queramos respetar las autoridades establecidas por Dios en las diferentes instituciones y organizaciones, y muy especialmente a aquellas autoridades que quieren ejercer su autoridad en asuntos fuera de su competencia, o en instituciones donde no han sido puestas como autoridad.
De modo que tenemos que el principio de la soberanía de las esferas nos enseña que no podemos aplicar las leyes y principios que Dios ha establecido en una esfera, en otra que no le corresponde; así como tampoco la autoridad de una esfera puede ejerce su autoridad en otra esfera donde no ha sido puesta como autoridad. Por lo tanto tenemos que la obediencia a las autoridades esta condicionada por dos cosas: que no contradiga lo que la Biblia ordena explícitamente y que la orden de la autoridad corresponda a los asuntos sobre los cuales ha sido puesta como autoridad.
El problema que existe actualmente es que, como muchas veces la Biblia no especifica claramente que asuntos corresponden a que autoridad, muchos se valen de eso, ya sea para safarse de la autoridad o para extender su jurisdicción sobre asuntos donde no les corresponde ejercer autoridad. Aunque sea obvio que la jurisdicción de una autoridad este limitada a los asuntos de la institución u organización sobre la cual está puesta como autoridad, la falta de enseñanza en este asunto ha ocasionado que varias autoridades se asignen derechos ilegítimos sobre instituciones en las que no han sido puestas como autoridad. Esto ha ocasionado que la autoridad legitima la cual debe ejercer autoridad en esos asuntos sea menoscabada, anulada o simplemente, no tomada en cuenta. Cuando una persona en liderazgo se sale de su esfera de autoridad, se vuelve ilegitima, y lo único que puede hacer es utilizar la manipulación, el control y las amenazas para ejercer su voluntad.
No son raros los casos en que los jefes de empresas tratan de ejercer manipulación sobre sus empleados en cuestiones que no conciernen a la empresa (no son escasas las amenazas a secretarias de que terminen relaciones con sus pretendientes). Podríamos nombrar muchos casos y ejemplos de cómo el gobierno se mete en la familia o la iglesia, o como la iglesia se mete en el gobierno. La historia nos enseña muchos casos de estos.
Pero algo que podemos ver que esta sucediendo mucho en la actualidad es la autoridad que se atribuyen los pastores de muchas iglesias par negar u otorgar el permiso para que una pareja de jóvenes sean novios. La Biblia no especifica que tengan ese derecho, de hecho todo lo contrario, la Biblia marca que son los padres, no los pastores, los que ejercen autoridad sobre los asuntos de la familia, incluyendo las cuestiones de noviazgo y compromiso de los hijos. En 1Co.7:25y 36 podemos ver que en las cuestiones de noviazgo las autoridades de la iglesia sólo pueden dar su parecer y decir lo que la palabra explícitamente ordena (Esd. 9:10-12.), pero son los padres de familia los que a fin de cuentas tienen la autoridad sobre este asunto. En 1Co. 7: 25 podemos ver como Pablo respeta la autoridad de los padres sobre los asuntos de noviazgo y compromiso de las hijas.
Lamentablemente los casos más difíciles de detectar suelen ser los que suceden dentro de la iglesia, pareciera que el principal problema que enfrenta actualmente la iglesia es que sus autoridades tratan de ejercer autoridad sobre instituciones, organizaciones, ministerios o asuntos sobre los cuales no han sido puestos como autoridad. Por lo mismo me será necesario especificar a mayor profundidad sobre que asuntos las autoridades de esta institución han sido puestas.
La Biblia nos ordena a que obedezcamos a nuestros pastores (He 13:17). Pero la obediencia que nos indica la Biblia no es una obediencia ciega, ni incluye todos los asuntos de nuestra vida. Todo los principios y leyes de la Biblia que ellos anuncian para las diferentes áreas se deben obedecer (El anunciar los principios y leyes que Dios ha establecido para las diferentes esferas es muy diferente a que ejerzan autoridad sobre las diferentes esferas de la sociedad.), pero todos los aspectos subjetivos y específicos que no vienen en la palabra que los pastores ordenan están limitadas a los asuntos de la iglesia local sobre la cual están puestos como autoridad, siempre y cuando no contradiga la palabra. Por lo tanto sí está limitada la autoridad del Pastor y habrá ocasiones en los que, en sumisión, se le deberá desobedecer.
Muchos pastores creen que pueden ejercer autoridad sobre todos los ministerios[1]. Pero la realidad es que ellos solo tienen autoridad sobre aquellos ministerios que pertenecen a su iglesia, no sobre los ministerios de los miembros que forman parte de su iglesia. Los ministerios de los miembros de la iglesia, en su gran mayoría, no son una extensión de los ministerios de la iglesia. Y esto precisamente nos conduce al siguiente tópico:
El surgimiento de ministerios fuera de la Iglesia local
Este tema va junto con pegado con el de la autoridad y considero que en la actualidad es igual de polémico como aquel. Esto debido a que muchos pastores no conciben que un cristiano pueda servir a Dios fuera de la iglesia, y menos sin su cobertura (supervisión). Pero la verdad es que sí se puede servir a Dios fuera de la iglesia y también se puede servir sin la cobertura del pastor.
Para entender esto tenemos que volver al principio de la soberanía de las esferas, vimos que hay diferentes esferas soberanas y que las autoridades que Dios ha puesto en cada una de ellas no pueden ejercer esa autoridad en una esfera que no le corresponde, también vimos como Dios ha establecido sobre cada esfera principios y leyes que van de acuerdo a la naturaleza que tiene cada una, y por último vimos que las esferas se materializan en las diferentes instituciones y organizaciones que conocemos, como son la Familia, la empresa, el gobierno, la escuela, la iglesia, etc.
Aunque una persona sea autoridad en una esfera, esa persona es autoridad solamente sobre la institución u organización en particular sobre la cual ha sido puesto como autoridad. De tal manera que tenemos a un padre de familia que no puede ejercer autoridad sobre los asuntos de otra familia, ni un pastor ejerciendo autoridad sobre los asuntos de una iglesia o ministerio que no le pertenece (lo mismo para los negocios y los gobiernos). Con esto podemos llegar a la conclusión de que el jefe de un negocio no es autoridad sobre todos los asuntos financieros que involucran las diferentes actividades de las demás instituciones y organizaciones, sino solamente las que compete a su negocio de finanzas. Como tampoco un padre de familia ejerce autoridad sobre las familias de sus hijos. Lo mismo pasa con la iglesia, los pastores no están puestos como autoridad en todos los asuntos religiosos y espirituales que involucran las diferentes actividades de sus miembros (casi todos [si no es que todos] los asuntos humanos involucran asuntos religiosos y espirituales). Todas las instituciones y organizaciones de las demás esferas involucran asuntos religiosos y espirituales (así como financieros) y los que deben lidiar con esos asuntos no son los pastores, sino los lideres que Dios ha puesto en esos ministerios o instituciones. No por nada la Biblia enseña que no solo los líderes de la iglesia tienen la función de sacerdotes, sino cada cristiano en particular puede desempeñar esa función.
Con esto tengo que aclarar que la neutralidad religiosa es un mito[2], pues toda actividad humana lleva consigo una raíz religiosa (aunque hay actividades propias que pertenecen a la esfera de la iglesia). De tal manera que cuando hablamos de un ministerio cristiano en la esfera de los negocios, política, medios de comunicación o escuelas, estamos hablando de un ministerio que se está llevando con principios y fines cristianos, para la expansión del reino de Dios en la tierra[3]. Por lo que cuando hablamos de un ministerio, organización u asociación cristiana no necesariamente nos referimos a algo que pertenezca a la iglesia local a la esfera de la iglesia (hay familias cristianas, negocios cristianos, asociaciones cristianas, etc).
Aunque todos somos cuerpos de Cristo (1Co.12:12-27) no todos hemos sido llamados a trabajar dentro de la iglesia como institución (1Co.12:28). En 1Co.12 Pablo clarifica que no todos han sido llamados a trabajar dentro de la institución de la iglesia (Con esto Pablo hace diferencia entre las diferentes instituciones y esferas que hay). Dios ha llamado a unos a servir en la Política, a otros en los negocios, a otros en los medios de comunicación, a otros en los deportes, etc. Sea a donde fuere llamado a servir el cristiano su ministerio siempre estará bajo la autoridad de la institución u organización a la cual pertenece su ministerio. Con esto podemos entender el porque los pastores no están puestos como autoridad sobre los ministerios de los miembros de sus iglesias (con excepción de los ministerios que pertenecen a su iglesia).
Por eso no es de extrañarse que, aunque los pastores sean autoridad sobre los miembros de sus iglesias, estos no puedan ejercer autoridad sobre los diferentes asuntos de los miembros (escuela, familia, ministerio o trabajo, escuela, etc.) pues hay una autoridad para cada asunto específico. Como formamos parte de diferentes instituciones y organizaciones no es extraño que la Biblia nos diga que nos sometamos a nuestras “autoridades”, palabra que está en plural, dándonos a entender que tenemos a varias autoridades sobre nosotros.
Entendemos por lo tanto que el ministerio de una persona está sujeto a la autoridad de la institución a la cual pertenece ese ministerio. Pero no siempre Dios llama a que una persona forme parte de una institución u organización ya formada y establecida, muchas veces Dios llama a que comiencen organizaciones o instituciones nuevas dentro de las diferentes esferas. Cuando sucede esto ellos se convierten en autoridad de la institución, organización o ministerio que empezaron. Esto es algo muy normal, y sucede en todas las esferas, instituciones, organizaciones y asociaciones. Después de que un hijo se independiza lo más probable es que él valla a formar su propio hogar y se convierte en autoridad de ese hogar, también muchas personas en vez de entrar a laborar a una empresa ya establecida deciden formar su propia empresa, de tal manera que ellos se convierten en autoridad dentro de esa empresa, lo mismo sucede con la iglesia (por eso han surgido las diferentes denominaciones, y también por eso existe la multiplicación de iglesias). Por lo tanto vemos que el proceso de comenzar nuevas instituciones y / u organizaciones es algo muy normal.
Los pastores podrán aceptar el surgimiento de nuevas organizaciones o instituciones en las demás esferas, pero muchos no conciben el surgimiento de nuevas organizaciones u asociaciones religiosas que no estén dentro de la iglesia local (paraeclesiasticas), y muy especialmente: que sus miembros sean los que la empiecen o se involucren. El problema es que, aunque los pastores hayan captado que ellos solo tienen ingerencia en los ministerios que pertenecen a su iglesia, suelen prohibir a sus miembros la participación o iniciación de cualquier ministerio paraeclesiástico.
Podemos preguntarnos: ¿Pueden o no surgir ministerios interdenominacionales de naturaleza eclesiástica que no pertenecen a la iglesia local (paraeclesiasticos)? La cuestión aquí es saber si no se puede porque la Biblia lo prohíbe o porque los lideres de las iglesias no quieren. La Biblia no dice que no. De hecho, parece indicar que si. Por lo que todo apunta que la oposición viene de los lideres de las iglesias, no de la Palabra.
Creo que el principal problema que enfrenta un ministerio paraeclesiástico para un pastor es que no puede ejercer autoridad sobre él porque no es un ministerio que pertenezca a su iglesia, y si en cambio utiliza recurso humano de su iglesia para que se lleve a cabo. Es normal que un pastor prefiera que un miembro de su iglesia sirva en un ministerio dentro de su iglesia, que uno fuera de ella. Sin embargo, los aspectos como el llamado, la vocación, ministerio y servicio a Dios son asuntos que conciernen a la persona en particular y nadie puede dar ordenes en ese aspecto a nadie (son asuntos en los que ninguna autoridad puede dar ordenes). Dios es el que llama, no los pastores ni los lideres de las iglesias. Y si Dios es el que llama no esperemos que lo haga buscando nuestros intereses sino los suyos. El principal interés que tiene Dios es extender su reino, no engrandecer una iglesia. Por lo tanto es normal que Dios coloque a las personas de una iglesia en los lugares donde él quiere que sirvan, unos tal vez dentro de la iglesia local, otros tal vez fuera de la iglesia local en un ministerio paraeclesiastico, otros en la política, en los negocios, en las escuelas, etc.
Los ministerios paraeclesiasticos, son ministerios que se especializan en un área de servicio eclesiástico y ofrecen ese servicio a diferentes iglesias. Prácticamente vienen siendo lo mismo a lo que en la esfera de las empresas se conoce como “subcontratación”. Una empresa grande y bien establecida suele tener su departamento de recursos humanos, finanzas o mercadotecnia y publicidad; sin embargo se están formando empresas que se están especializando en dar alguno de esos servicios a las empresas, de tal manera que te encuentras con una empresa ofreciendo los servicios de mercadotecnia o publicidad, o empresas subcontratando a su personal. Lo mismo suele suceder dentro de la esfera de la Iglesia, ministerios como COMPA, JUCUM, CEBIM, ECFA, Promers Keepers, Elijah House, Alfa y Omega y Potencial al Máximo ofrecen servicios especializados a la iglesia en alguna área específica. Hay demasiadas cosas que las iglesias por si mismas no pueden hacer y que los ministerios paraeclesiasticos, como involucran a gente de diferentes iglesias, si pueden hacer. Muchas cosas no se pueden lograr si no es a través de la unión del cuerpo de Cristo (cristianos unidos trabajando juntos sin importar la iglesia a la que asisten o a la denominación a la que pertenecen). Estoy segurísimo que no han sido pocas las veces en las que Dios ha querido hacer algo pero no ha podido por la prohibición de las Iglesias a sus miembros de formar parte en un ministerio paraeclesiástico. La unidad del Cuerpo de Cristo para servir a Dios y establecer el reino en cualquiera de las diferentes esferas, a pesar de las diferencias denominacionales o de iglesia, son un reflejo de madurez en el cuerpo de Cristo. Pero muchos todavía no lo han alcanzado sino que hacen todo lo contrario promoviendo el sectarismo (espíritu que va en contra de la oración que hizo Jesús en Jn 17. de esto hablaré mas adelante).
La cobertura de las diferentes instituciones, organizaciones y ministerios
Un tema que se ha estado manejando mucho es el referente a la cobertura. Todo mundo habla de él pero muy pocos saben a ciencia cierta que es. Aquí ni yo puedo dar razón de lo que es pues no es una palabra que aparezca tal cual en la Biblia y no se ha enseñado mucho acerca de eso. Pero por lo que he entendido la cobertura puede ser el estar bajo la autoridad de alguien, o contar con el respaldo y supervisión de alguien más. Sea cual fuere el significado que los líderes de las iglesias dan, aquí quiero explicar cuando un ministerio necesita estar bajo la autoridad de alguien más, cuando necesita un respaldo o un supervisor, si es obligatorio o no, y cuales son las ventajas/desventajas de tenerlo.
Creo que está clarísimo que un ministerio esta bajo la autoridad de la institución u organización a la que pertenece. Por lo que entendemos que la cobertura siempre la da la autoridad de la institución a la cual pertenece el ministerio (si es que se entiende cobertura como el “estar bajo la autoridad de alguien”). Y, el hecho de que involucre aspectos financieros o religiosos no quiere decir que tenga que estar bajo una autoridad financiera o eclesiástica, pues como mencioné anteriormente, estas cuestiones están bajo la autoridad de las de las instituciones u organizaciones a las que pertenece (claro las autoridades pueden pedir la asesoría y apoyo de personas especializadas en esas y otras áreas).
Esto suena sencillo y lógico, el problema aquí empieza cuando hablamos de ministerios, instituciones, organizaciones o ministerios que se fundaron o formaron fuera de las ya establecidas. Obviamente en esos casos surgen nuevas figuras de autoridad. En estos casos: ¿Quién da la cobertura?, o ¿bajo que autoridad están? Es obvio que bajo estas circunstancias no están bajo cobertura de nadie (claro con la excepción que de las autoridades que están sobre ellos en los diferentes asuntos) pues el ministerio u organización o instiucion no pertenece a alguna institución u organización o ministerio ya establecido.
¿Es esto malo algo que prohíba la Biblia? En lo más mínimo. De hecho es algo muy normal. En las diferentes esferas es normal que surjan instituciones y organizaciones que no pertenezcan a los ya establecidos. Es normal que veamos como se constituyen nuevas familias, nuevas iglesias, nuevas empresas, nuevas asociaciones, nuevas escuelas, nuevas agrupaciones en general. A si que no es pecado (en la Biblia no son pocos los ejemplos de ministerios que no tuvieron “cobertura”)
De lo que sí quiero hablar es de las ventajas que pueden gozar los ministerios, organizaciones e instituciones que tienen un consejero sobre ellos. El tener un consejo que respalde, supervise, asesore y promueva alguna organización, institución o ministerio puede ser crucial para el éxito de este. El consejo provee con una especie de cobertura pero quiero aclarar que características tiene esta clase de “cobertura”.
Cuando una persona funge como consejero de un ministerio, institución u organización debe tener en claro que esto no es una extensión de la institución sobre la cual está él esta puesta como autoridad. Es decir el que provee la asesoría, el respaldo y la supervisión es la persona no el ministerio de la persona. Es obvio que una persona que sea miembro del consejo de un ministerio y sea el padre de una familia no quiere decir que el ministerio sea la extensión de su familia, de su negocio o de su iglesia. Es muy común que algunos pastores confundan esto e incluyan al ministerio, del cual solo son consejeros, dentro de su iglesia, o simplemente no aceptan dar el apoyo, el respaldo y la supervisión a ministerios que no pertenezcan a su iglesia.
La Biblia no es escasa en cuanto al tema de los consejeros. En Proverbios podemos encontrar algunos de los pasajes más citados en cuanto a este tema:
“Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad” Pr.11:14
“Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; mas en la multitud de consejeros se afirman” Pr.15:22
Aunque el tener consejeros no es una obligación, ni la Biblia te marca que sea pecado si no los tienes, una goza de muchas ventajas al seguir esta sencilla instrucción de que la Biblia enseña. Cuando una persona apenas comienza un ministerio muchas veces (especialmente en las esferas de negocios y de la iglesia) las personas son algo renuentes a participar en el nuevo ministerio por temor a ser engañados, desviados o estafados. Esto se reduce cuando se sabe que hay una persona espiritual de buen testimonio, con un ministerio probado y reconocida por los demás que está respaldando, apoyando y supervisando el nuevo ministerio o proyecto que está surgiendo. También, siempre que uno empieza algo nuevo, necesita toda la sabiduría que pueda extraer de las personas con mas experiencia para sacar el nuevo ministerio avante.
En la Biblia se menciona un ejemplo de una persona que siguió un consejo y sus problemas se le aminoraron en gran manera, pero también nos presenta otra persona que, por no seguir el consejo de los más sabios, su reino se dividió. El primer caso fue cuando Moisés recibió y siguió el consejo de Jetro, el segundo caso fue cuando rey Roab, el hijo de Salomón, rechazó el consejo de los ancianos e hizo los que sus compañeros le aconsejaron. Ambos eran autoridades, solo que una decidió estar bajo “cobertura” y otra no.
Por lo que es útil que cualquier institución, organización, proyecto o ministerio tenga tan siguiera que una persona que funja como “Padre espiritual” para el ministerio. Una persona espiritual que lo apoye, lo asesore y respalde y comparta de su sabiduría, de acuerdo al área que maneja (no se va a buscar a un pastor para que sea consejero en un negocio) asegurara el éxito de la empresa a emprender.
[1] Ministerios: palabra que significa servicio. Aquí me refiero a todo servicio a Dios que lleva acabo una persona dentro de cualquier área o esfera de la vida con el fin de establecer el reino de Dios.
[2] De esto hablo más en mi libro “la Empresa de Mi Padre” en el capitulo de “El Área de Tu Llamado”.
[3] Muchos creen que la única manera en que el reino de Dios se establece es predicando el evangelio. El Reino no solo se establece en las personas sino en cada organización, institución y asociación.
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