Muchas Gracias por compartir la info… ya lo leí… me siento más geek después de leer lo que me compartiste.
Por otro lado Raúl, no he podido sacarme de la mente un comentario que me hiciste hace dos semanas “que estabas listo para morir” o “pasar al más allá”… y mi aprecio por ti me lleva a una sincera preocupación, pues realmente quiero que estés preparado para partir de esta vida cuando sea que Dios te llame. Lamentablemente la típica forma en la que las personas se preparan es con buenas obras, siendo una buena persona. Pero esta forma resultará inservible pues, cuando estemos en la presencia de Dios, él nos va a medir (juzgar) no por estándares humanos sino los suyos. Para darte una idea más clara de a lo que me refiero permíteme hacerte una prueba con los famosos “diez mandamientos”. ¿me permites?
1) No tendrás otros dioses además de mi (Ex.20:3)
Este es el primer mandamiento, el cual significa que Dios debe ocupar el lugar más importante de tu vida, como dice Jesús “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu fuerza y con toda tu mente” (Lc.10:27). Si hay algo que amas más que a Dios se vuelve idolatría y no eres digno de él, como dijo Jesús “El que ama al padre o a la madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama al hijo o a la hija más que a mí, no es digno de mí.” (Mt.10:37). Pero también pueden ser cosas o proyectos lo que más amas, como dice el apostol Pablo: “Pueden estar seguros de que ninguna persona inmoral, impura o avara heredará el reino de Cristo y de Dios. Pues el avaro es un idólatra, que adora las cosas de este mundo.” (Ef.5:5). Esto implica estar dispuesto a seguir su palabra antes que a líderes, religiones o tradiciones, de lo contrario sería una falsa adoración, como dijo Jesús: “Su adoración es una farsa porque enseñan ideas humanas como si fueran mandatos de Dios. Pues ustedes pasan por alto la ley de Dios y la reemplazan con su propia tradición. Ustedes esquivan hábilmente la ley de Dios para aferrarse a su propia tradición.” (Mr.7:7-9)
¿Cómo estas en este rubro? ¿Es Dios lo que más amas en la vida, más que familiares o proyectos? ¿Sigues al hombre, tu propia opinión, o alguna religión antes que a Dios y su palabra? ¿Eres apático o indiferencia a él? Si no tienes una genuina adoración y amas a algo más más que a Dios, la Biblia te acusa de Idólatra.
2) No te harás ninguna imagen para honrarla o postrarte ante ella (Ex.20:4-5)
Este mandato está muy claro y no requiere mucha explicación. Basta decir que forma parte de la prohibición a imitar prácticas y costumbres paganas como invocar (orar, rezar) a muertos (Dt.18:10-13; Ex.23:13) y participar en prácticas ocultistas.
¿Como estás en este rubro? ¿Tienes imágenes u objetos de culto? ¿Invocas el nombre de alguien más que el de Dios? ¿Consultas, oras, rezas a personas que ya murieron? ¿has practicado brujería, hechicería, etc.?
3) No pronuncies el nombre del Señor tu Dios a la ligera (Ex.20:7)
No tener reverencia por Dios o lo relacionado a él, así como tener cuidado con tus palabras, como dijo Jesús: “Pero yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayan pronunciado.” (Mt.12:36)
¿Has fallado en este mandamiento? ¿Has usado su nombre en vano o expresiones irreverente? ¿tomas a la ligera a Dios y su conocimiento?
4) El día séptimo será un día de reposo para honrar al Señor tu Dios (Ex.20:8-10)
Esto implica apartar un día a la semana para descansar y dedicarlo a las cosas de Dios: ir a la iglesia, y aprender de su Palabra. Una vez Jesús reclamó a sus oyentes “El error de ustedes es que no conocen las Escrituras y no conocen el poder de Dios.” (Mt.22:29). La Biblia dice que Los que estiman que no vale la pena tomar en cuenta el conocimiento de Dios son dignos de muerte (Ro.1:28-32)
¿Como andamos en este mandamiento? ¿Apartas por lo menos un día para honrar a Dios y conocerlo más en su Palabra?
5) Honra a tu Padre y tu Madre (Ex.20:12)
Este mandamiento implica tratar a los padres con respeto mientras vivan (Lv.19:32). Cuando somos menor de edad esto implica obediencia también: “Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo.” (Ef.6:1). Como somos adultos solventes implica ver por ellos y proveerles cuando son viejos: “El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.” (1Ti.5:8)
¿Le has faltado al respeto a tus padres? ¿Los has desobedecido cuando eras menor de edad? ¿Te has resentido contra ellos? ¿los procuras de viejos?
6) No matarás (Ex.20:13)
En este mandamiento mucha gente se siente librada… hasta que dan cuenta de lo que implica, pues según las Escrituras: “Todo el que odia a su hermano es un asesino, y ustedes saben que en ningún asesino permanece la vida eterna” (1Jn.3:15). De hecho Jesús dijo: “yo digo: aun si te enojas con alguien, ¡quedarás sujeto a juicio! Si llamas a alguien idiota, corres peligro de que te lleven ante el tribunal; y si maldices a alguien, corres peligro de caer en los fuegos del infierno.(Mt.5:22) ¿Maldecir a alguien es tan grave? si, lo es, el Apostol Pablo corroboraba lo que decía Jesús: “…ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.” (1Co.6:10)
¿Como andas en este mandamiento? ¿Has odiado a alguien? ¿has insultado a tu prójimo? ¿dices maldiciones? Si has fallado en esto la Biblia te acusa de homicida
7) No cometas adulterio (Ex.20:14)
Jesús nos dio un entendimiento muy claro de este mandamiento cuando nos enseño que significa no desear sexualmente a alguien que no sea tu cónyuge: “Pero yo digo que el que mira con pasión sexual a una mujer ya ha cometido adulterio con ella en el corazón.”(Mt.5:28). De hecho es un mandato a la pureza sexual pues como dice Pablo: ¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales (1Co.6:9)
¿Como andas con este mandamiento? ¿Has deseado sexualmente a alguien que no sea tu cónyuge? ¿Cometes inmoralidades sexuales? si sí, Dios te acusa de adúltero.
8) No robes (Ex.20:15)
Este mandamiento está muy claro, es la prohibición a quedarte con cosas que no te pertenecen, estafar, robar: “¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! … ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios.” (1Co.6:10)
¿Has robado algo en tu vida? ¿has defraudado a alguien? ¿Te has quedado con algo que no te pertenece? Aunque lo hayas hecho una sola vez te haces culpable delante de Dios de robo.
9) No des falso testimonio (Ex.20:16)
Este es un mandato a no mentir (Ef.4:25), así como no acusar en falso a alguien (calumnia), o pasar información no verdadera de tu prójimo (chismes). Pablo en su exposición del evangelio decía que la humanidad “se han llenado de toda clase de maldad, perversidad, avaricia y depravación. Están repletos de envidia, homicidios, disensiones, engaño y malicia. Son chismosos, calumniadores…Saben bien que, según el justo decreto de Dios, quienes practican tales cosas merecen la muerte” (Ro.1:29-32).
¿Has mentido alguna vez? ¿Has contado chismes sin corroborar? ¿Has calumniado a alguien? ¿has fallado en este mandamiento?
10) No codiciarás algo de tu prójimo (Ex.20:17)
Aquí aplica a todo: a codiciar las cosas, la vida o la fama de tu prójimo, tener envidia, no gozarte con los éxitos de tu prójimo, desearle que tenga menos que tu, etc. Dios dice que los que envidian a su prójimo son dignos de muerte (Ro.1:32)
¿Has tenido envidia de tu prójimo? ¿has codiciado su casa? ¿su éxito?
11) Pecados de omisión
Como un extra, podríamos mencionar todos los pecados de omisión, como la regla de oro de Jesús: Haz a los demás todo lo que quieras que te hagan a ti. (Mt.7:12) o como dice Santiago: “al que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado” (Stg.4:17)
¿Como saliste en la evaluación? ¿inocente o culpable? Supongamos a una persona “buena” promedio, de esas que se esfuerzan y cometen tres pecadillos al día en promedio. Esto durante diez años son 10,950 pecados!… y ¿sabes cuantas veces tuvo que pecar Adán para morir y ser expulsado? ¡Una sola vez! y todo su impecable expediente no le sirvió de nada, de la misma forma que en nuestro sistema judicial un ladrón de bancos no puede justificarse ante el juez diciendo “pero juez en mis 28 años de vida nunca robe ningún solo banco, si pesa mis todos los días que me porté bien con esta ocasión que me porté mal, debo se declarado inocente”. ¿Porque? la paga de cada delito acarrea su sentencia. Lo mismo sucede con Dios, para él, la paga de cada pecado en particular es muerte, es decir la separación entre tu y Dios en el infierno (Ap.20:14). La Biblia lo afirma: “La persona que peque morirá” (Ez.18:4) y “la paga del pecado es muerte” (Ro.6:23). Peor aún, la Biblia también enseña que todos tus pecados quedan registrados (Ap.20:12), así que si dices “voy a cambiar y voy a ser una mejor persona” ¿como borras ese registro?… y aún si pudieras borrarlo ¿tienes el poder de no volver a pecar?
Como puedes ver, la ley de Dios, como dice la Biblia, tiene el propósito de mostrarnos cuan pecadores somos, cuan condenados estamos, como dice el Apóstol Pablo: “su propósito es evitar que la gente tenga excusas y demostrar que todo el mundo es culpable delante de Dios.” (Ro.3:19). Por lo mismo, algo que fue diseñado para mostrarnos nuestra condición pecadora y lo condenado que estamos no puede ser utilizada para “justificarnos”. Debido a eso la Biblia dice que “nadie llegará jamás a ser justo ante Dios por hacer lo que la ley manda. La ley sencillamente nos muestra lo pecadores que somos.” (Ro.2:20). Y ante la ley TODOS hemos pecado, como está escrito: “por cuanto todos pecaron y están destituidos de la Gloria de Dios” (Ro.3:23); “tal como acabamos de demostrar, todos —sean judíos o gentiles — están bajo el poder del pecado. Como dicen las Escrituras: No hay ni un solo justo, ni siquiera uno.” (Ro.3:10). Y esto que te digo creo lo sabemos intuitivamente pues todos hemos violado la ley de Dios escrita en nuestros corazones (nuestra consciencia), así que todos tenemos esa conciencia de pecado.. y ley de Dios por escrito solo aclara lo que intuitivamente ya sabemos.
Ante esta situación tu te podrás preguntar ¿entonces quien podrá ser salvo? Los discípulos le hicieron esta misma pregunta a Jesús:
“Los discípulos quedaron atónitos
—Entonces, ¿quién podrá ser salvo? —preguntaron.
Jesús los miró y les dijo:
—Humanamente hablando es imposible” (Mt.19:25-26)
Tu puedes decir: “fácil, le pido a Dios que me perdone y listo”… pero esto no es tan fácil, pues delante de Dios somos pecadores culpables de una condena eterna y dice la Biblia que “nunca deja sin castigo al culpable.” (Nah.1:3). El otorga justicia perfecta y lo tiene que hacer, pues si no diera al culpable lo que se merece, sería un juez injusto, o sobornable, alguien que viola las justas demandas de la ley. Pero no es asi, por eso Proverbios nos dice de Dios: “Absolver al culpable y condenar al inocente son dos actos que el Señor detesta.” (Pr.17:15).
¿Cómo podría Dios, un juez justo, absolver al culpable? El filosofo griego Socrates discutiendo este tema con su pupilo Platon le dijo: “It may be that Deity can forgive sins but I do not see how.” (“puede ser que la deidad perdone pecados, pero no veo cómo pueda hacerlo“)
De resolver esta encrucijada depende el que estés preparado para partir de esta vida.
Para dimensionar aun más la gravedad del problema debes entender que un principio de justicia es que “la condena tiene que reflejar el valor de aquello que se ofende o se daña”. Por ejemplo, ¿que condena crees que merezca por haber dañado a un ratón que un niño tenía como mascota? ¿no aumentaría la gravedad de la condena si lo dañado fuera un corcel pura sangre?, ¿que tal si daño a una persona y la dejo invalida? ¿que tal si el crimen fuera homicidio?. Gracias a este principio es que damos diferentes condenas de acuerdo a la gravedad de la falta la cual determinamos de acuerdo al valor de lo que se ofende o se daña. Si esto es así, ¿que condena crees que se merezca el que peque contra el ser cuyo valor no se puede cuantificar? ¿qué condena podría vindicar el valor del único eterno Dios? Ni toda la humanidad que haya existido ni existirá, se igualan a su valor. El valor de todo lo que hay en el planeta, ni el planeta mismo, pudieran compararse con su valor. Ni nuestro planeta con todo lo que hay, ni nuestro sistema solar, ni nuestra vía láctea, ni todas las estrellas y planetas de nuestra galaxia, ni billones de universos, ni el cielo con todos sus ángeles se podrían comparar, ni remotamente, con el valor del Creador Todopoderoso. Nuestro pecado no solo daña al prójimo, sino que es una ofensa, una falta contra Dios. Bastaría para que una persona pague la condena por todos los pecados cometidos contra su prójimo… pero no contra Dios. Para pagar la condena cometida contra él, se necesita una eternidad. Por eso el autor de Hebreos decía: “Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo” (He.10:31). Y por eso el salmista decía: Nadie puede salvar a nadie, ni pagarle a Dios rescate por la vida. Tal rescate es muy costoso; ningún pago es suficiente.” (Sal.49:7-8)
Esta es la dimensión del problema al que nos enfrentamos los humanos con nuestra partida de este mundo… y es un problema capital pues ninguno de los problemas que tengamos en esta vida se equipara a ese.
Gracias a Dios no nos dejó en una situación de desesperanza y nos da una solución al respecto. Si te interesa, de ella te platico el sábado si nos llegamos a ver.
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