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¿Música mundana en boda Cristiana?

Dentro del mundo cristiano se ha vivido una polémica dentro de las bodas cristianas, y es por el uso o no uso de música mundana para la celebración. Unos condenan a los que hacen uso de música mundana y ponen pista de baile y otros condena a los que no tocan nada sino que se limitan solo a música cristiana.

Para resolver esta problemática primero tenemos que definir la música cristiana ¿Será acaso que la música cristiana sea solo la música de alabanza y adoración? (con cristiano nos referimos a que algo sea de Dios, y por lo tanto bueno para consumirlo y disfrutarlo). Para facilitar el contestar estas pregunta uno podría cuestionarse ¿las flores son cristianas? ¿las plantas son cristianas? Por ningún lado verías la marca de un pececito, o una cruz o un versículo en ellas, y sin embargo nadie podría negar que son creación de Dios dada a los hombres para su disfrute y su bendición. Así que podemos afirmar categóricamente que las flores son cristianas, así como lo es el resto de su creación. ¿Entonces cómo podríamos definir lo cristiano? Filipenses 4:8 nos da una definición de lo que es cristiano:

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad (Fil.4:8)

La Nueva Traducción viviente lo pone así:

Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza.

Pablo en este pasaje nos está instando a tener pensamientos cristianos, y para ello nos da una definición concisa de lo que cristiano significa: todo aquello que es honesto (verdadero) o justo o puro o amable o bello o de buen nombre o sea digno de admiración o que tenga alguna virtud o que muestre excelencia, o sea digno de alabanza. ¿Por qué? porque lo cristiano es todo aquello que refleja la gloria de Dios, como su creación, no necesariamente lo que tiene la etiqueta de cristiano o que hable directamente de Dios. Por eso tenemos en la Biblia el libro de Esther el cual, aunque es un libro cristiano, no menciona por ningún lado el nombre de Dios, pero sí manifiesta su gloria de Dios al salvar al pueblo judío en medio de una de sus peores crisis. También tenemos en la Biblia el libro de Cantar de cantares que es una exaltación al amor eros, o amor de pareja, el cual Dios creó y el cual manifiesta su gloria.

Lo interesante es que para que algo sea cristiano no tiene que ser producido necesariamente por cristianos. La Biblia dice que aún los no cristianos tienen la ley de Dios escrita en sus corazones:

Aun los gentiles, quienes no cuentan con la ley escrita de Dios, muestran que conocen esa ley cuando, por instinto, la obedecen aunque nunca la hayan oído. 15 Ellos demuestran que tienen la ley de Dios escrita en el corazón, porque su propia conciencia y sus propios pensamientos o los acusan o bien les indican que están haciendo lo correcto. (Ro.2:14-15)

Esto es lo que se le llama “gracia común”, que es la capacidad para los incrédulos de hacer lo correcto y reflejar en algún grado la gloria de Dios en su ser y en su actuar. Dios otorga al ser humano dicha capacidad, por eso, por ejemplo, los agricultores, aunque no sean cristianos, reciben la gracia de Dios para saber cómo realizar correctamente su trabajo:

Escúchenme; escuchen y presten mucha atención. 24 ¿Acaso el agricultor siempre ara pero nunca siembra? ¿Está continuamente labrando la tierra y nunca plantando? 25 ¿No siembra finalmente sus semillas —comino negro, comino, trigo, cebada y trigo espelta—
cada uno en la forma correcta, y cada uno en el lugar que le corresponde? 26 El agricultor sabe exactamente qué hacer porque Dios le ha dado entendimiento. 27 Nunca se usa un mazo pesado para trillar el comino negro, sino que se golpea con varas livianas. Nunca se pasa una rueda de trillar sobre el comino, al contrario, se golpea suavemente con un mayal. 28 El grano para el pan se muele con facilidad, por eso no lo tritura demasiado. Lo trilla bajo las ruedas de una carreta, pero no lo pulveriza. 29 El Señor de los Ejércitos Celestiales es un maestro maravilloso, y le da gran sabiduría al agricultor. (Is:28:23-29)

Como puedes ver, es Dios el que le da a los agricultores en general la sabiduría para realiza su trabajo correctamente. La agricultura bien ejecutada viene de Dios, es cristiana, sin importar si es ejecutada por un cristiano o no. De igual forma para las demás profesiones: arte, música, comercio, enseñanza, gobierno, etc. De hecho, Pablo afirma que los gobernantes, aunque no son cristinos, son siervos de Dios:

los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; 4 porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo. (Ro.13:3-4)

¿Un gobernante no cristiano puede ser un siervo de Dios? Pablo aquí nos enseña que sí, en tanto que el gobernante cumpla correctamente con su función de gobernar castigando al que hace lo malo. Pero lo mismo pasa con los demás oficios: padres, maestros, empresarios, artesanos, entre otros, y claro, también los músicos.

Así, por lo anterior, podemos concluir que una pieza musical bien compuesta y ejecutada, aunque no sea por cristianos, es cristiana, pues refleja los atributos de Fil.4:8: bello, armonioso, admirable, excelente. Por eso el cristiano puede disfrutar sin problema de consciencia música que sea bella en su contenido, composición y ejecución, aunque no sea ni compuesta ni ejecutada por cristianos. Pablo citaba a poetas paganos en las partes que eran verdaderas (Hch.17:28) pues sabía también tomar lo bueno del mundo para edificación.

Este conocimiento, sin embargo, conlleva varios riesgos para el cristiano: Primero, el cristiano al saber que puede escuchar música “mundana” puede llevarlo a no es selectivo en la música que escucha (por flojera, por pereza, por tentación etc.) y escuchar música que tiene mal contenido o que es dedicada a los demonios (porque hay música dedicada para el enemigo). Un cristiano puede comenzar bien, para luego ir aligerando sus estándares para terminar escuchando música que lo hunde en la depresión o en la perversión o que le atrae perturbación por fallar en este punto. Segundo, el cristiano consciente que debe escoger solo la música que a Dios le agrada, corre el riesgo de que se le olvide considerar también el escena o el ambiente en donde se toca, pues si para ir a disfrutar de una buena música tengo que ir a un antro en donde se fomenta el alcoholismo o el consumo de sustancias o la inmoralidad sexual, sí estaré escogiendo bien la música, pero el mal escenario me hace quedar reprobado delante de Dios. He conocido a bandas de música instrumental con músicos cristianos, que por no considerara el aspecto del escenario, aceptan malamente invitaciones a tocar en antros gay o a bodas gay. Tercero, el cristiano con este conocimiento puede ser piedra de tropiezo a un cristiano inmaduro o débil en la fe: pues si un cristiano así te ve a tí, que tienes este conocimiento “superior”, escuchando una canción del mundo que tiene buen contenido, pero que es de un artista que se caracteriza por cantar o componer música mala ¿acaso no creerá el cristiano bebé que estás dando el sello de aprobación a dicho artista o que la música del mundo en general es buena? Al hacer esto lo estarías incitando a hacer lo malo (a que se entregue a escuchar a dicho artista o a que escuche música del mundo indiscriminadamente), y por tu conocimiento superior estarías siendo de tropiezo al hermano débil en la fe. Si pecas así contra el hermano pecas contra Cristo. Es preferible no escuchar música del mundo por completo antes que hacer caer a un hermano en esto. (1Co.8:9-13).

Claro, estos tres riesgos tienen solución: puedes hacer de la música cristiana tu prioridad y, cuando escuches música no cristiana, mantenerte muy selectivo y no bajar la guardia en su calidad y contenido. Yo por ejemplo, además de la música cristiana que oigo, tengo mi selección de música clásica, y si voy a añadir a mi playlist una rola del mundo de otro género, la investigo (en su letra y composición) para asegurarme que no tenga algo malo, y a los artistas que sé que tienen pactos con el enemigo, procuro evitarlos por completo. En cuanto a los escenarios para escuchar la buena música del mundo, quedan descartados los que promueven o incitan al pecado. Y en cuanto al testimonio, la solución es abstenerse de escuchar o participar en música del mundo en público, o hacer una declaración pública que explique que tu convicción en este aspecto: que escuchas música del mundo seleccionada para asegurarte que sea solo la agradable a Dios. Una declaración pública sería muy adecuado para situaciones como bodas y otras celebraciones, pues sería muy triste, por ejemplo, que el papá y la novia o los novios no bailaran el vals tradicional el día de su boda, no porque sea malo en sí mismo, sino para no ser de tropiezo a otros.

En mi caso, los miembros de mi congregación, por los diferentes estudios que hemos impartido ante toda la iglesia, saben cual es nuestra posición basada en la Biblia, y en caso de bodas, a los que se casan les ponemos esta condición: “tienen que escoger ustedes la música analizando la letra de cada rola para asegurarse escoger solo lo que es bueno, y si va a haber baile, tienen que asegurase que no haya nada inapropiado”. Todos, o la mayoría en la congregación, saben que esta es nuestra regla. Claro, esto implica una ardua tarea para los que organizan la boda, pero esto agrada al Señor, y da un correcto testimonio ante la gente. ¿Habrá riesgos? claro, al igual que los que había en la iglesia primitiva al comer sus alimentos con vino, o al permitir el ejercicio del don de profecía, o cualquier otra cosa. Sin embargo, los líderes maduros ayudan a mitigar o eliminar de forma correcta dichos riesgos.

Así que si me vez participando en una boda con música mundana, o incluso bailando con mi esposa… ya sabes por qué lo hago. Los estudios públicos que hemos impartido, y esta epístola, son una declaración pública de que se hace discriminadamente buscando y seleccionando lo mejor para agradar a Dios y no ser de tropiezo a otros.

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