No existe la brujería “cristiana”, así que cuando decimos esto nos referimos a brujería y prácticas ocultistas que el enemigo disfraza como “cristianas”. Hay muchas prácticas ocultistas disfrazadas de cristianismo entre las que se encuentran la santería con su oración y veneración a los “santos cristianos” y sus imágenes; las “límpias” o “barridas con huevo” realizadas con “el Padre Nuestro” u otras oraciones cristianas; o el uso de amuletos cristianos como “medallitas”, “mascadas”, para protección o bendición (buena suerte), entre otras, las cuales discutimos a detalle en el taller de Liberación.
El asunto crucial aquí es ¿cómo distinguimos dichas prácticas ocultistas? Por ejemplo ¿porqué sería una práctica ocultista orar a un santo cristiano como San Pablo, María, o cualquier otro? Para esto tenemos que entender que es ocultismo y brujería. Ocultismo son todas las prácticas encaminadas a obtener poder o ayuda espiritual (metafísico) de espíritus demoniacos. En este sentido es necesario aclarar que el poder o ayuda espiritual sólo puede venir de dos fuentes: de Dios o de Satanás. Bueno pues el ocultismo acude al proveedor espiritual “pirata” que reemplaza a Dios. Derivado del ocultismo, la brujería es el “conjunto de conocimientos, prácticas y técnicas que se emplean para dominar, por medios sobrenaturales, el curso de los acontecimientos o la voluntad de las personas”. Los medios sobrenaturales que utiliza la brujería, es poder espiritual provisto por Satanás y sus demonios, aunque ellos les llamen otra forma (energías, chacras, ángeles, etc.).
Ok, ocultismo y brujería son todas las prácticas encaminadas a solicitar o acceder al poder espiritual del enemigo. Pero como comentamos al inicio, hay formas “cristianas” que en realidad no acuden a Dios, sino al poder espiritual del enemigo, así que la pregunta aquí ¿Cómo saber a cual poder espiritual está uno acudiendo? Dios en su palabra nos da el criterio para discernir:
Acudir a Dios por medio de Jesús (Principio del proveedor espiritual autorizado)
Para obtener el poder o ayuda espiritual que viene de Dios uno debe acudir solo a Dios por medio del único mediador autorizado (1Ti.2:5; Jn.14:6): Jesús. Acudir a otro “dios” o “ente espiritual”, o tratar de acudir a Dios por medio de algún otro mediador no autorizado, es ocultismo pues termina acudiendo al “proveedor pirata”. Por eso se prohíbe invocar a otros dioses en la Biblia (Ex.23:13), así como a los muertos (Dt.18:10-14), o cualquier otro ser espiritual —como los ángeles. En la Biblia se nos enseña exclusivamente acudir directamente en oración a Dios el Padre en el nombre de Jesús (Jn.15:16; 16:23), o también, invocar el nombre de Jesús (1Co.1:2). Por eso acudir a personas muertas, aunque hayan sido cristianas, o cualquier otro ente espiritual, lo que sucede es que en realidad está acudiendo a poder espiritual del enemigo (los detalles de porqué esto es así los vemos en el taller de liberación).
Realizar el ritual autorizado (Principio del procedimiento autorizado)
Cuando hablamos ritual, nos referimos a prácticas o procedimientos de uso repetitivo. Para acudir a Dios y obtener sus milagros y poderes sobrenaturales, solo se puede hacer por medio de los “rituales autorizados por la Biblia”. Tratar de obtener los milagros o el poder sobrenatural por rituales o procedimientos espirituales alternos es acudir a un proveedor espiritual alterno —aunque se anuncie como de Dios. ¿Cuales son los rituales autorizados por Dios? 1) el uso el nombre-autoridad de Jesús (Mr.9:39; 16:17; Jn.14:14; Lc.10:17); 2) la oración en el nombre de Jesús (Jn.14:13-14, 15:16); 3) el ungir con aceite en el nombre de Jesús (Mr.6:13, Stg.5:14-16); 4) la confesión de pecados en el nombre de Jesús (Stg.5:16-17); 5) imposición de manos (Mr.6:5, 10:16, 16:18; Lc.4:40; Hch.6:6; 1Ti.4:4, 5:22); 6) el levantar las manos al orar (1Ti.2:8; Sal.28:2, 63:4); 7) la reprensión a demonios en el nombre de Jesús (Mt.17:18; Mr.9:25; 16:17-18); 8) así como el bendecir el nombre de Jesús (Mt.19:15; Mr.10:13; Ro.12:14; He.11:20-21; 1Pe.3:9). Cualquier otra prácticas o procedimientos de uso repetitivo es por naturaleza ocultista (Dt.18:10-14). Así por ejemplo, si alguien realiza una barrida de huevo a un niño orando el Padre Nuestro para calmar su llanto, lo que está haciendo es una práctica ocultista pues está fuera de los rituales autorizados en la Biblia; de igual forma lo son las declaraciones y decretos que hacemos en el nombre de Jesús, cuanto más cuando Santiago les llama “jactancia es maligna” (Stg.4:16). Si de algo se caracteriza el cristianismo, es que no tiene un libro de rituales, conjuros o fórmulas para desatar el poder de Dios, sino que mantiene los rituales a un número muy limitado.
Prácticas únicas sólo por inspiración del Espíritu (Principio de inspiración para las excepciones)
Es cierto, hay acciones fuera de los rituales arriba mencionados que desataron el poder de Dios, como cuando Jesús untó lodo en los ojos del ciego (Jn.9:6), o cuando escupió en los ojos de otro ciego (Mr.8:23) para sanarlos; o Elías tendiéndose sobre un niño muerto tres veces para resucitarlo (1Re.17:21), o cuando Eliseo le dice Joás que tome flechas y golpe el piso para desatar la victoria sobre Aram (1Re.13:18-19), o cuando le dijo a Naaman que se sumergiera en el Jordán 7 veces para ser sano de la lepra (2Re.5:9-14), entre otras tantas. Pero dichas acciones no caen dentro de la clasificación de rituales, pues no son de uso repetitivo. No se usan mas que en una ocasión, y cuando eso sucede, tales acciones son realizadas por personas inspiradas por el Espíritu, caracterizadas por fluir en don de profecía o de fe. Actualmente puede suceder que Dios guíe a hacer algo así, pero tiene que ser por inspiración, no por voluntad personal. Esto es similar a “proferir maldiciones”: por regla general, los cristianos no maldecimos (Stg.3:9-10, Ro.12:14), no porque sea algo malo en sí pues Dios pronuncia maldiciones en varias ocasiones, sino porque es algo delicado que se debe hacer bajo inspiración del Espíritu (Mr.11:12-14; Ga.1:8-9; 1Co.16:22), de otra forma se convierte en un instrumento del enemigo para destrucción. De igual manera con estas prácticas únicas, son un asunto delicado que deben fluir sólo por inspiración, y cuando suceden, como la Biblia te muestra, no son de uso recurrente, y típicamente sucede por medio de personas con el don de profecía o de fe (con los que se escucha la voz del Espíritu). Pero si en cambio, constantemente se sacan prácticas o expresiones únicas para desatar el poder de Dios, ya huele a ocultismo, y si es alguna de esas prácticas o expresiones se vuelve de uso reiterado, sabes definitivamente que se ha convertido en una práctica ocultista.
No atribuir poderes sobrenaturales a cosas que no lo tienen (Principio de la actitud científica)
La Biblia prohíbe la atribución de poderes sobrenaturales a cosas que no lo tienen por si mismas (Is.44:15-20). Para esto Dios nos ha dado la capacidad para discernir las capacidades naturales de la creación (1Ts.5:21; Pr.8:15-18; 3:19; 19:3), de hecho, gracias a esta capacidad el hombre ha podido desarrollar el método científico y las diferentes científicas que estudian las propiedades de cada cosa y las leyes que las rigen. Atribuirle a elementos de la creación poderes o efectos más allá de su capacidad natural, es un sello característico del ocultismo (brujería, idolatría, adivinación). La asignación de creencias mentirosas a elementos de la creación es parte del engaño del ocultismo. La brujería utiliza elementos naturales (huevos, inciensos, aceites, hierbas, piedras, cristales, imanes, muñecos, dibujos, palabras, etc.) a los cuales por si mismos, o por tratamientos especiales, se les atribuye un poderes especiales, convirtiéndolos así en amuletos, pócimas mágicas, varas mágicas, etc. Lo interesante es que dichas cosas, estudiadas en el laboratorio, no manifiestan ningún poder sobrenatural, y sin embargo se han documentado casos en los que, en ciertos ámbitos o con ciertas personas (curiosamente relacionadas con el ocultismo) sí manifiestan poderes sobrenaturales. Este operar sobrenatural selectivo solo confirma que es un espíritu el que la otorga y no una propiedad natural o ley que la rija. Como regla general, esto es ocultismo. Sin embargo, hay algunos episodios en los que Dios asignó poder sobrenatural a cosas: como el caso de la serpiente de bronce que sanaba a la gente con solo voltear a verla, o el caso de la sombra de Pedro (Hch.5:15), o los pañuelos tocados por Pablo (Hch.19:12), o los huesos de Eliseo (2Re.13:21), o la túnica de Jesús que llevaba puesta (Mt.14:36; 9:20). ¿Como saber entonces cuando es Dios y no Satanás el que le asignó algún pode a tal cosa? Primero, porque cuando es un operar de Dios, es solo en ocasiones esporádicas las cuales caducan: la serpiente de bronce, por ejemplo, sanó a la gente en el episodio de las mordeduras de serpiente en el desierto y su poder caducó una vez cumplido dicho propósito —no obstante la gente le siguió atribuyendo propiedades sobrenaturales fuera de ese episodio y así se volvió en un objeto ocultista el cual, por eso, tuvo que destruir el rey Ezequiel (2Re.18:4). Lo mismo los pañuelos tocados por Pablo: eran usados por el Espíritu para sanar, pero solo por esa ocasión y por tiempo limitado; el poder se acabó. Por eso Timoteo para su enfermedad del estomago no andaba pidiendo que le llevaran alguno de esos pañuelitos, ni Pablo le envío nada. Dios sabe lo pronto que somos para desviarnos para venerar las cosas así que limita su actuar así. Segundo, esas manifestaciones no sucedían por voluntad humana, ni porque la gente tuviera mucha fe, sino por iniciativa de Dios. Así, por ejemplo, el sanar con su sombra no fue algo que a Pedro se le ocurrió, ni tampoco fue Pablo el que solicitó que le llevaran pañuelos o delantales para que él orara por ellos y los tocara para que obtuvieran dichos poderes, sino que simplemente el Espíritu, por iniciativa de él, empezó a fluir así, y solo en esa ocasión. El Señor no quiere que dependamos de nada mas que de él, que no volteemos a ver cosas, sino a Él. Y sin embargo, cristianos como Ana Mendez, venden aceites que desatan el poder de Dios para traer “paz”, o “prosperidad” entre otras cosas; o pañoletas que al usarlas traerán una “bendición” sobre tu vida, en otras palabras: “amuletos cristianos”. Otros, dejan sus biblia en su carro para que les cuiden el carro; otros, le dan atributos sobrenaturales a su palabra y piensan que con declarar lo que quieran la realidad se moldeará a lo que dijeron. Y líderes en su ingenuidad justifican dichas prácticas diciendo que los objetos solo son herramientas que ayudan a desatar la fe en el poder de Dios, quien es el que hace el milagro, pero lo mismo creen los ocultistas, por eso prenden veladoras, o llevan escapularios para su protección. A ambos se les olvida que la fe viene no por cosas, sino por el oir y el oir de la palabra de Dios (Ro.10:13), es decir la fe debe estar en la Palabra de Dios, en lo que Él dice, no en los objetos.
Hay mas cosas que discutimos en el taller de Liberación, cuyos videos están en youtube y los audios en spotify. Por lo pronto, de forma resumida, estos son los criterios para poder discernir el ocultismo infiltrado en las iglesias. Espero esto te ayude a discernir lo que sucede en tu iglesia: ¿tu pastor tiene practicas o expresiones novedosas para desatar el poder de Dios de uso recurrente? si es así, ya sabes, es brujería cristiana. ¿Tu pastor hace uso de objetos o vende objetos a los que se les atribuye propiedades sobrenaturales o la capacidad de desatar el poder de Dios para tal o cual cosa? También, es brujería cristiana. ¿En tu iglesia leen el “tarot cristiano” como lo hacen lideres en la iglesia de Bethel con las “Destiny cards” o las “Psalm Card Readings”? si es así, sabes que están practicando ocultismo. Lo mismo si se ora a cristianos ya fallecidos, o si hacen barridas con oraciones cristianas. Lo fuerte es que por dichas prácticas suele haber contaminación demoniaca. Así que si has encontrado que en tu iglesia practican brujería “cristiana”, confiesa a Dios el pecado por participar en dichas prácticas (y nómbralas), y luego autolibérate ordenando a todo espíritu demoniaco que haya entrado en ti por dicho pecado que salga fuera de ti (en la sesión 4 del taller de liberación vemos a detalle esto). Es de vital importancia, que por tu bien y el de los tuyos seamos discernidos. Hay mas cosas que comentar, pues también se tienen que discernir los milagros y otras prácticas que se hacen pasar por científicas, pero que en realidad son ocultistas, todas ellas las vemos en el taller de Liberación (no por nada son 11 sesiones).
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